Luciana Saade es tucumana, tiene 28 años y es Licenciada en Comunicación Social.
Se fue a España, y gracias al impulso que le dieron sus amigos, decidió vender alfajores en ese país. La idea de emprender comenzó cuando sus más allegados probaron sus alfajores tucumanos y le propusieron que se los vendiera a ellos. De esta manera, comenzó con el mini emprendimiento que durante la pandemia se potenció.
En el 2019, Saade se animó a buscar más clientes y abrió un local en un barrio madrileño de Guindalera, a unas pocas cuadras de la Plaza de Toros de Las Ventas. En un principio vendía alrededor de 10 y 15 docenas por semana y hasta unas semanas atrás elaboraba unas 50.
Para que sus clientes puedan disfrutar de unos ricos alfajores con recetas tucumanas, la joven importa dulce leche desde nuestro país y elabora diversas variedades, como ser los tradicionales de maicena, los marplatenses bañados en chocolate, y también para los que aman el coco y la avena es una opción que ha incorporado en el 2020.
Como cualquier emprendedora que tuvo que volcarse a las redes para poder potenciar su negocio, la tucumana una vez que obtuvo un número de clientes considerable comenzó a ofrecer envíos a domicilio. Si bien a principios del confinamiento se comenzaron a cerrar los negocios en toda España por la crisis sanitaria, Saade no bajó los brazos y siguió ofreciendo sus alfajores a los madrileños. Y es así que sigue en carrera con su emprendimiento “CocoMad”.
La tucumana cocina, despacha y además maneja las redes sociales de su pastelería. Un dato a destacar es que también ofrece las incomparables empanadas tucumanas, como un plus en su emprendimiento, estas son de entraña cortada a cuchillo, y se ha convertido en otro producto muy solicitado de su negocio en España.
Días previos a las fiestas de fin de año tuvo la idea de ofrecerle a sus clientes una línea de productos regionales del norte argentino, y para celebrar el pasado 30 de diciembre que cumplió ya un año con su emprendimiento puso todo su empeño en unos paquetes navideños y amplió su menú con bizcochos, tortas y pastafrolas, con sello argentino.
De esta manera, Luciana Saade apoyada por sus amigos españoles que la incentivaron a emprender, nació su negocio de alfajores tucumanos en España. A sus inicios, evaluó un pequeño estudio de mercado donde les hacía probar sus productos a varias personas y les consultaba si les gustaba y cuánto pagarían por sus alfajores. El entusiasmo y los votos de confianza brindada por su círculo más cercano hizo que la tucumana hoy deleite a los españoles con uno de los mejores manjares de la región que, en este caso son los alfajores, y para posicionar su gastronomía en tierras madrileñas ofrece las empanadas tucumanas que prometen revolucionar Madrid.
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