En un intento por dinamizar el consumo en uno de los rubros más golpeados por la recesión, el Día del Niño volverá este año a celebrarse el segundo domingo de agosto, específicamente el día 10. La decisión, impulsada por la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), responde a una estrategia económica que busca maximizar las ventas al acercar la fecha al cobro de salarios y alejarla de fines de semana largos, cuando tradicionalmente las familias priorizan el turismo o el ocio.
La modificación, que devuelve a la efeméride su fecha histórica tras más de una década, tiene un fuerte componente comercial. Desde la entidad que agrupa a fabricantes y comerciantes del sector explicaron que en años anteriores, al coincidir con el tercer domingo del mes y en ocasiones con feriados, muchas familias redireccionaban su presupuesto hacia viajes o actividades recreativas, en detrimento de la compra de juguetes.
“Volver al segundo domingo mejora las condiciones para el consumo. Está más cerca del cobro y evita competir con el turismo”, señalaron desde la Cámara. La última vez que el Día del Niño se celebró en esa fecha fue en 2012.
Bancos y promociones, claves para apuntalar la demanda
En paralelo, el sector trabajó activamente con entidades bancarias y plataformas de pago para reforzar el estímulo al consumo. En coordinación con la CAIJ, varias entidades financieras ya definieron una batería de promociones con descuentos y cuotas sin interés para la semana previa al 10 de agosto.
Estas medidas no sólo apuntan a incentivar la compra anticipada —clave para evitar cuellos de botella en la logística de entrega tanto física como online—, sino también a paliar el deterioro en el poder adquisitivo que se tradujo en fuertes caídas de ventas en fechas recientes.
Un repunte esperado tras un primer semestre difícil
Los números del primer semestre encendieron las alarmas en el sector. En mayo, las ventas en unidades cayeron un 15% interanual, y en junio la tendencia continuó a la baja. El último Día del Padre evidenció la contracción del consumo: según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas estuvieron muy por debajo de las expectativas. “Fue un Día del Padre frío, no solo por el clima, sino porque la gente cuidó muchísimo el bolsillo”, expresó Vicente Lourenzo, vocero de la entidad.
En ese marco, el Día del Niño cobra un peso estratégico: representa hasta el 60% de la facturación anual del rubro juguetero. Por eso, la apuesta es alta. Aunque la situación económica es desafiante, desde la industria confían en revertir la tendencia gracias al cambio de fecha, la cercanía con los haberes mensuales y el impacto positivo que dejó la última edición de la Feria del Juguete, que en mayo creció 12% en visitantes respecto a 2023.
Pese a la presión inflacionaria, los precios se mantuvieron estables con respecto al año pasado, una señal del esfuerzo del sector por no perder más volumen de ventas. “No hay margen para aumentar precios, porque si lo hacés, directamente no vendés”, resumieron desde la Cámara.
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