La presión y la especulación de los mercados todo lo puede: con un dólar que llegó a cotizar a $ 60 según la entidad bancaria, nuevamente la economía sufre un proceso de devaluación impactante que pone en jaque la salud de los ahorristas, empresas, gobierno y todos los argentinos pero, puntualmente, ya avizora un retoque de precios que será como mínimo, preocupante: en no más de 15 días las góndolas deberán actualizar valores.
Como es sabido, cada vez que la divisa estadounidense sube en su cotización, eso se traslada a diversos sectores de la economía, y el consumo es el principal afectado, por eso las grandes cadenas de supermercados y los formadores de precios ya evalúan de cuánto será el incremento trasladado al consumidor final. Se estima que desde un alza en la cotización hasta una actualización en las góndolas será cuestión de días.
Incluso, si en las próximas semanas el dólar comienza a acomodarse a la baja hasta encontrar su nuevo valor, los nuevos precios quedarán sujetos a la cotización más elevada que por el momento está entre los 60 y 65 pesos. El reconocido especialista en consumo, Guillermo Oliveto, manifestó que el argentino promedio está desplegando un nuevo “patrón de conducta”, según estableció. Se refería a un hábito reciente en lo que hace a una forma de ser más “controlado, ordenado y prudente”.
Cabe resaltar que se refirió al comportamiento en materia económica que los habitantes de nuestro país están adoptando desde hace tiempo para adaptarse a una crisis recesiva que no se profundizó, pero de la cual es posible salir todavía. Esto se debe, de acuerdo a su perspectiva a una circunstancia muy especial. “Hoy los servicios se llevan cerca del 10% del gasto promedio de un hogar. Esa plata antes estaba en el consumo”, señaló el también director de la Consultora W. En esa línea, expresó que las personas cada vez observan más aquellos lugares “donde les cierra la ecuación de valor por el dinero”.
“La idea forzada por las tarifas inicialmente de llevar a los consumidores argentinos a una cosa más sensata, para mí, está más para quedarse que para ir para atrás”, opinó. De esta manera, el especialista transmitió una idea que ronda desde hace tiempo entre los economistas acerca de que los argentinos tenderán de aquí en más al ahorro que a las compras.
En ese marco, Guillermo Oliveto resaltó que esta tendencia en el comportamiento del consumo en nuestro país la Argentina genera un impacto positivo en lo que hace a “la estabilidad del tipo de cambio porque a los argentinos le da tranquilidad”. Al mismo tiempo que produce una “progresiva desaceleración de la inflación”.
Asimismo, indicó que se experimentó una mejora en el bolsillo con “la llegada de los sueldos nuevos” debido a que “se cerraron la mayoría de las paritarias en mayo y se empezó a cobrar en junio”, analizó. Y subrayó el hecho de que los ingresos mensuales percibidos por los asalariados “habían perdido en la primera parte del año”.
Para finalizar, dijo que el consumo tuvo una mejora gracias a “los estímulos lanzados por el Gobierno” y a que “las segundas marcas subieron casi diez puntos con respecto a 2015”. “El cambio más importante en patrones de conducta en canales de compra es la incorporación del consumidor final comprando en mayoristas”, cerró.
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