En el mercado de arándanos este año talló fuerte la aparición de Perú, lo que repercutió de manera considerable en los precios y recortó le previsión de exportaciones tucumanas de este producto.
En 2016, la producción de la fruta en Tucumán alcanzó unas 8.500 toneladas y 5.500 toneladas fueron destinada a exportación, según consignó Apratuc.
El 74% de la producción se envió a Estados Unidos; el 14% a Inglaterra; el 10% a Europa y el 2% al resto del mundo.
Este año las exportaciones comenzarán entre el 10 y el 15 de septiembre y los productores esperan, que a partir de la mejoras del aeropuerto, el volumen de fruta enviada al exterior se la misma del año pasado, a pesar de que “se prevén precios más ajustados debido a la fuerte incursión de Perú en el mercado”, que irrumpió como un productor de punta, explicó Apratuc.
Perú, que en el 2014 producía apenas unas 2.000 toneladas de arándanos anuales, actualmente llegó a las 28.000 toneladas, superando la producción argentina que alcanzó las 17.100 toneladas en 2016.
El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, remarcó que a partir de ahora Tucumán contarán con un hub que le permitirá a pasajeros y a productores “conectarse con el resto del país y el exterior”, durante la audiencia pública para debatir el pedido de siete empresas para operar rutas de cabotajes e internacionales.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán, Luis Fernández, destacó que “las obras realizadas en la aeropuerto permitirá carga aviones con mayor celeridad,disminuyendo costos y agilizando trámites en Aduana y Senasa” e indicó que no será un beneficio para los productores de arándanos sino también de frutilla y palta.
Según informó el Ministerio de Transporte de la Nación, la nueva infraestructura implicó la reconstrucción total de la pista del aeropuerto, a la que se le sumaron 600 metros a los 2.900 existentes, para que puedan operar vuelos de carga al máximo de su potencial. Así, con 3.500 metros, la de Tucumán se convierte en la segunda pista más larga del país luego de la de Río Gallegos.
Además, se instaló un nuevo sistema de balizamiento y se hicieron nuevas las calles de rodaje para mejorar la seguridad en las operaciones.
Las obras continúan con el objetivo de renovar para el año próximo completamente la terminal de pasajeros, construir una nueva torre de control y ampliar el estacionamiento vehicular y los accesos.
La transformación del aeropuerto Benjamín Matienzo, por más de $1.600 millones, se enmarca dentro del Plan “La Revolución de los Aviones” que está llevando adelante el Gobierno Nacional.
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