En un contexto donde la incertidumbre social y económica afecta el ánimo colectivo, el deporte sigue siendo uno de los pocos espacios capaces de generar entusiasmo, identidad y conexión real. Así lo demostró la gran final del Torneo Anual Tucumano de Rugby, que se vivió a estadio lleno y coronó a Lawn Tennis como campeón, tras vencer en un partido infartante a Tucumán Rugby.
La cita tuvo lugar en La Caldera del Parque y reunió a miles de tucumanos que encontraron, por unas horas, una válvula de escape frente a la ansiedad y el malestar generalizado. El encuentro fue intenso desde el inicio, con ambos equipos intercambiando puntos y manteniendo el marcador ajustado hasta el último minuto.
La definición llegó gracias a un try decisivo de Facundo Mukdise y la conversión certera de Sebastián Ferro, que selló el 24-22 a favor de Lawn Tennis. En el partido por el tercer puesto, Cardenales superó con autoridad a Natación y Gimnasia 46-26, completando así el podio del rugby tucumano.
Pero más allá del resultado deportivo, el torneo dejó una clara enseñanza para el mundo empresarial. Marcas de rubros como automotrices, bebidas, construcción y comunidad apostaron por el evento como un espacio privilegiado para vincularse emocionalmente con su público. En tiempos donde solo el 28% de los argentinos cree que las empresas ofrecen productos genuinos, el deporte se presenta como un puente confiable para construir vínculos reales.
El 89% de los argentinos declara tener interés por alguna disciplina deportiva. En un país atravesado por la preocupación económica, el rugby mostró su capacidad para movilizar emociones colectivas y también para ofrecer a las marcas una oportunidad auténtica de conectar. Lawn Tennis levantó la copa, pero el verdadero triunfo fue del deporte como refugio emocional y motor de oportunidades.
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