El emprendedor tucumano Diego Sáez Gil es dueño de Pachama, un proyecto que dio sus primeros pasos hace dos años con un objetivo específico: salvar al mundo. Se trata de una plataforma que permite a empresas comprar créditos de carbono para compensar el daño que provocan.
¿Cómo funciona Pachama?
El procedimiento es el siguiente: Las compañías miden cuánto carbono emiten, disminuyen todo lo posible, y compensan lo que no pueden reducir en el corto plazo comprando créditos de carbono a una persona que planta árboles. En este sentido, Sáez Gil sostuvo: “El problema es que hasta ahora era un mercado muy burocrático, basado en papeles, donde era muy caro participar. Era difícil acceder a buenos proyectos y para la gente que reforestaba era complicado poder certificar los créditos para el carbono”, explicó el tucumano. En este contexto es cuando nace el mercado de carbono online de la empresa Pachama.
“La idea de nuestra empresa fue usar las últimas tecnologías disponibles para hacer todos estos procesos más eficientes y así, vaya más dinero de las empresas a los bosques”, detalló Sáez Gil.
¿Pachama se asemeja a MercadoLibre?
“Es como un MercadoLibre de bonos de carbono, donde hay compradores y vendedores. Nosotros hacemos que se encuentren en esta plataforma y eso permite que quien tenga un bosque en Perú, Congo, Indonesia, etcétera, pueda conectarse con una empresa que quiera comprar bonos. Y pueden confiar que el bono es válido porque pueden ver la imagen satelital de los bosques. Le estamos dando mucha más transparencia al mercado, hemos demostrado que se pueden hacer estimaciones muy precisas desde la imagen satelital”, destacó el emprendedor tucumano.
Empresas que compran bonos de carbono
Algunas empresas compran bonos de carbono para cumplir con la regulación, como sucede en la Unión Europea, California, Canadá y Corea del Sur, pero también lo hacen otras empresas que están comprometidas de alcanzar “el carbono neutralidad” o “net0 emissions”. Se trata de las compañías más grandes del planeta: Google, Microsoft, Apple y Amazon. Estas empresas se autocomprometieron a alcanzar el carbono neutralidad para el año 2030 y entonces empezaron a comprar créditos de carbono. “Logramos que Microsoft se vuelva uno de nuestros clientes y que Amazon se vuelva uno de nuestros inversores. Esta idea empezó caminando por el bosque, de repente se volvió realidad y empezó a tener mucho impacto”, expresó Sáez Gil.
Fracasos
Diego Sáez Gil comentó respecto de si ha fracasado en algún proyecto. El tucumano sostuvo que “siempre hubo fracasos, pero siempre traté de reformular la idea de que son fracasos a decir que son experiencias de aprendizajes. He tenido muchos fracasos, de alguna manera Bluesmart fue uno (las valijas inteligentes quedaron prohibidas en el 2018 porque contenían baterías de litio). Pero me siento muy agradecido y no cambiaría nada porque aprendí un montón. Te diría que se fracasa día a día, más de lo que se tiene éxito”, explicó.
Ingredientes para que un emprendimiento sea exitoso, según Diego Sáez Gil
Para el emprendedor tucumano existen 3 ingredientes que debe tener cualquier proyecto. La idea debe ser innovadora y sólida. “El primer paso que siempre hago yo es pelotear la idea con mucha gente, charlarla, que te den feedback. Así la vas puliendo y mejorando en el aire. El segundo ingrediente es un equipo fundador. Hacer un proyecto solo es muy difícil, hay que buscar socios: tienen que ser personas a las que le confiás mucho y ojalá que tengan complementariedad con vos. Es decir, si sos más del palo de los negocios buscate a alguien del palo de la tecnología. El tercero: ejecutar, llevar tus ideas al mundo con coraje, mejorar cada día un poco más y no rendirse. Y el entusiasmo. Obviamente, el capital es algo que hace falta para empezar un emprendimiento; pero cada vez se va a haciendo más barato comenzar uno. Este lo empezamos con una inversión muy pequeña (US$ 150.000) y fue básicamente sentarnos a escribir códigos y emails”, detalló.
¿Qué piensa Sáez Gil respecto al futuro de Argentina?
“No me queda otra que ser optimista, así somos los emprendedores. Obviamente hay momentos en los que me apena las cosas que veo en el país. Pero si te fijás, en este momento el mundo está en crisis. Entonces cuando todos están en crisis no te digo que mal de mucho consuelo de tontos, pero sí te da la pauta de que hay un tiempo de cambios a nivel global. Argentina tiene que conectarse al mundo. La pandemia hizo que muchas empresas ahora sean remotas y que compañías de California estén contratando ingenieros, diseñadores, personas de todos los ámbitos y de todo el mundo. Eso es una gran oportunidad para el país”, precisó.
En cuanto de volver a la Argentina, el dueño de Pachama dijo que pensó en regresar, “pero la vida me siguió llevando de Barcelona a Nueva York, de Nueva York a California, de California a Hong Kong, y finalmente a California que es donde estoy ahora”, comentó.
Recordemos que el primer éxito del tucumano fue WeHostels, fundada en el 2011, era una aplicación que servía para reservar hostels, luego la vendió y con el dinero pudo saldar deudas de sus estudios. Más tarde creó Bluesmart, en el 2014, la empresa de valijas inteligentes que podías trackearlas con GPS y 3G. Y luego fundó Pachama, la plataforma que permite a empresas comprar créditos de carbono, la cual ha conseguido como cliente a la compañía de Bill Gates (Microsoft), y a Jeff Bezos como inversor con su empresa Amazon.
“Siempre tuve de fondo la preocupación de la crisis medioambiental que estamos viviendo. Eso me llevó, después de que vendimos Bluesmart, a tomarme un tiempo para investigar mucho respecto a cuáles son las posibles soluciones al cambio climático”, agregó. Luego de esa investigación se apostó en frenar con la deforestación y empezar una reforestación masiva del planeta, este era uno de los principales remedios a dicha problemática debido a que cuando los bosques crecen, capturan una gran cantidad de carbono de la atmósfera.
Acerca de Diego Sáez Gil
Egresado de la Universidad Nacional de Tucumán. Licenciado en Administración de Empresas. Se fue de Argentina a los 25 años para realizar un máster en Barcelona, y desde ese momento su vida dio giro por completo, convirtiéndose en el argentino que busca cambiar al mundo, a través de su exitosa empresa, Pachama.
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