Los desafíos que tienen las empresas en el agro son muchos, y generan, como siempre, una serie de oportunidades, que sumado a nuevas herramientas tecnológicas, prometen revolucionar el futuro del agro. En este sentido, el presidente de b2b-agri, Pablo Ogallar dividió en cuatro grandes grupos dichos desafíos.
Primer grupo: Empresas de tecnologías
- Entendimiento del negocio
- Soluciones con una clara propuesta de valor
- Tecnologías que atienden las principales problemáticas del usuario.
- Capacidad de integrarse a otras plataformas
“En el agro todos nosotros somos análogos, es decir, todas las compañías líderes, por ejemplo maquinaria John Deere, o cualquier otra, todos somos análogos, somos compañías no digitales y estamos en un momento que tenemos que digitalizarnos, entonces la gran pregunta que puedo expresar para que analicemos juntos es ¿quién va a ser el líder de la agricultura? ¿Una empresa análoga que se reconviertió en digital, o una empresa que ya nació digital? en este último caso ¿cúal será su futuro?”, comenzó el conferencista.
“En las empresas de tecnologías, lo primero como desafío que tenemos es que estos grandes inventores, innovadores que a veces inventan cosas espectaculares pero que no sirven para nada o que no tienen el conocimiento o que no se ponen en los zapatos del productor, entonces no se si es el problema del productor. Teniendo en cuenta esto, un gran desafío que tienen estos innovadores es que alguien les diga entendé primero tu negocio, primero al productor, toda la problemática que tiene, cuáles son las prioridades para que se pueda focalizar los esfuerzos productivos e innovadores en algo que realmente les sirva”, señaló y, a su vez sostuvo que “también el innovador tiene que tener la capacidad de asociarse con otro, tiene que generar plataformas que se puedan conectar con otras, sino, no van a tener posibilidades de éxito”, aconsejó.
Segundo grupo: Grandes empresas de productos y servicios
- Capacidad de innovación
- Soluciones abiertas hacia el cliente
- Acelerar el proceso de desarrollo e implementación
En esta ocasión, Ogallar planteó: “¿Cómo hago para cambiar mi cabeza? Hoy, las grandes empresas se están ocupando de la gestión, de sobrevivir, de no echar a la gente, de ver cómo generar ganancias, ¿cómo mantener la estructura que tiene con toda la dinámica que hay en el mundo?, la verdad en innovación, no les queda tiempo y no tiene ecosistema para innovar. Entonces los desafíos que tienen las grandes empresas es que son análogas y tienen que ser 100% digitales. Y creo que los líderes de la agroindustria van a ser digitales, las que nacieron ya digitales. Es un gran desafío”, analizó.
Tercer grupo: Desafíos para el productor/ usuario
- Apertura a la innovación
- Tangibilizar el beneficio
- Capacidad de innovación
“Como primer desafío es abrir la cabeza, y empezar a probar las oportunidades que tenemos, cómo hago para tangibilizar y medir los beneficios, y también tener en cuenta la capacidad de inversión, por ejemplo aquellos que no la tienen van a tener que buscar la vuelta para asociarse y ver de qué manera poder llevar a cabo estas incorporaciones tecnológicas”, indicó. Asimismo, dijo que “la fertilización variable tiene beneficios enormes, primero se ahorra en fertilizante, fertilizar donde tenga que fertilizar, maximizar las oportunidades y minimizar las pérdidas. ¿Saben cuánto hay en Argentina de fertilización variable? el 5% y ¿cuánto hay de fertilización en EE.UU? alrededor del 60% y no cuesta nada hacer fertilización variable. Evidentemente eso es un gran desafío que tiene el productor en la Argentina”, enfatizó.
Por último, se refirió al cuarto grupo que corresponde a las Políticas de Gobierno.
- Marco regulatorio que fomente la inversión en tecnología e innovación.
- Estabilidad macro económica.
En este sentido, Ogallar expresó: “Acuérdense que el Gobierno anterior había promulgado una ley del conocimiento que permitía tener algunas ventajas para los innovadores, después derogó esa ley lamentablemente, pero si tenemos un Gobierno que entiende esto, tiene que privilegiar. Un productor de Villaguay o de Concordia no se puede ir a sembrar a Uruguay, no se puede trasladar el campo, tiene que seguir sembrando en Entre Ríos, pero un innovador se puede ir al Tíbet a innovar porque puede necesitar computadoras, no necesita estar en el lugar físico, entonces lo ideal es que los innovadores se queden en Argentina para incorporar los dólares aquí, y para que el ecosistema siga funcionando”, afirmó, y, a modo de conclusión sobre esta temática dijo que hay un rol central de parte del Gobierno.
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