Tomar la decisión de emprender un negocio no es fácil. Mantenerlo en el tiempo, tampoco. Sin embargo, adaptarse a las tendencias universales del comercio es la clave esencial de Lonera Córdoba, que hace unos días celebró los ocho años de su local en Yerba Buena. Por esta razón, IN Tucumán dialogó con Pablo Adad, dueño de la empresa, quien expresó su alegría por esta situación.
“Todavía recordamos cuando instalarnos en Yerba Buena era un proyecto, con el enorme desafío que significaba trabajar en un nuevo segmento. Nos da muchísima alegría saber que estamos hace casi una década y posicionados en los hogares de nuestros clientes. La clave universal es segmentar la demanda, conocer a nuestros clientes, la cordial atención, resolver sus necesidades y lograr un óptimo clima de trabajo dentro de la empresa. Aparte de esto, logrando un sentido de pertenencia con la marca”, advirtió.
En este sentido, Pablo destacó el compromiso de la empresa para con la comunidad y sus empleados, a pesar del crítico contexto actual. “Si algo no funciona desde adentro, difícilmente puedas brindar lo mejor hacia afuera o disfrutar de tu trabajo. Las pymes aportan mucho a la economía de un país y es fuente de miles de puestos de trabajo. Como empresarios, tenemos una enorme responsabilidad social en cuidar a nuestros trabajadores, ayudarlos en su superación personal y cumplir con nuestras obligaciones”, precisó.
“Aun en estos difíciles tiempos de pandemia, tenemos que reinventarnos para hacer frente a nuestros compromisos con nuestro equipo sin descuidar a nuestros clientes que nos eligen día a día. Creo que el Estado y la sociedad misma debería proteger más a las pymes, sabiendo el enorme esfuerzo y riesgo que implica llevar adelante un negocio y el enorme aporte para el funcionamiento de un país”, agregó.
Asimismo, Adad apeló al optimismo en su visión a lo que se viene luego de la emergencia sanitaria. “Era imposible prever que un virus sorpresivamente paralizaría el mundo, obligándonos a encerrarnos y dejar de trabajar. Estamos protegiendo principalmente los puestos de trabajo y financiando lo más posible nuestros compromisos con proveedores. Hubo un aporte del Estado que no resuelve el conflicto pero apacigua la crisis. Elijo ser siempre optimista, aun en los peores escenarios donde varios negocios van a tener que cerrar sus puertas de manera definitiva”, señaló.
"En estos casi 2 meses, tuvimos la oportunidad de darnos cuenta que algo está cambiando y reflexionar sobre la forma en que vivimos y llevamos adelante nuestros negocios. En toda crisis, hay una oportunidad para modificar algo de nuestras vidas. Trabajando en conjunto y aportando lo que nos corresponde, vamos a salir adelante, con una nueva forma de mirar el mundo", finalizó.
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