En las últimas semanas se percibió mucha volatilidad en los mercados internacionales ante la perspectiva de la política nacional. En mercados con alta concentración económica y política, (caso de Argentina que posee monopolios, oligopolios y monopsonios) una mala gestión de Gobierno repercute de manera veloz en la realidad económica por la única cuestión que los actores son pocos.
La política económica de argentina durante la presidencia de Mauricio Macri tuvo un alto componente de concentración sectorial, esto quiere decir que el plan económico se basó en la inyección de dinero en el sector financiero.
La estrategia de la política económica se basó en el lanzamiento de productos financieros; LEBACS, LELIQ y demás bonos en pesos y en dólares. Uno puede escuchar la justificación del porqué de estas acciones, lo que literalmente sí se obtuvo es una depresión del mercado interno y una dolarización de todos los productos de la economía excepto el único factor que no permite su exportación, la mano de obra local.
La apertura de la economía irrestricta y el bajo nivel de control, tanto a importadores como así también a exportadores, fue un combo que no le permitió al Ejecutivo manejar las cuentas públicas
Respecto al flujo de inversiones internacionales, se espera una disminución. Solo operaran aquellas inversiones cuyo Core Business son las demandas judiciales (por ello los bonos argentinos cotizan bajo la par en un 50%, alto riesgo-alta rentabilidad). Lo importante en el próximo Gobierno son las nuevas medidas referidas a darle importancia al abastecimiento interno (no solo existe capacidad instalada sobrante, también existe una gran demanda de bienes básicos tanto para las familias como así también para la industria) y a la refinanciación de deuda local en tenencia de bancos y referida a deuda externa con actores extranjeros.
Tu opinión enriquece este artículo: