Calsa, que se dedica a la fábrica de levaduras y se instaló en la provincia en el año 1994. Su directorio anunció a nivel oficial que tienen previsto ampliar su capacidad de producción de la firma y la instalación de una planta de tratamientos de efluentes.
En ese sentido anunciaron que en los próximos cuatro años inyectarán una inversión de U$S 10 millones “para seguir creciendo”.
Esta expansión redundará en la creación de nuevos puestos laborales, remarcando la tendencia alcista en este ítem que tiene la provincia de Tucumán.
Por primera vez en más de 50 años la empresa realiza una inversión de estas características. Ya que en 1962 fue la última vez que Calsa encaró etapa de expansión del negocio que implicó la ampliación del portfolio de productos, incorporando la línea de productos grasos al mismo. Ya en los años 80, volvió a ensayar una inversión de crecimiento, mucho menor a la actual, con la ampliación de portfolio y la línea de mejoradores para panes y la margarina Super.
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