La brecha de precios entre lo que paga el consumidor y lo que recibe el agricultor por los productos agropecuarios subió 10,7% en diciembre, para cerrar el año en un promedio de 4,75 veces. El portal Revista Chacra advierte que con ese aumento se revirtió la tendencia descendente que venía observándose desde septiembre pasado, cuando los productores habían comenzado a recibir mejores valores, sin impacto en el cliente.
Los datos surgen del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el Área de Economías Regionales de CAME para una canasta de 25 alimentos agrícolas y ganaderos que se consumen en fresco. Para elaborar el indicador se tomaron los importes diarios online de los principales supermercados del país y más de 500 tasaciones de verdulerías y mercados para cada producto.
Justamente este es uno de los principales reclamos que realizan los productores locales, porque el precio que reciben de su producción dista mucho de lo que termina pagando el consumidor. A la par el incremento de los costos productivos complica la rentabilidad de las economías regionales que cumplen un rol clave en cada una de las provincias.
Retomando el informe de CAME, se destacan algunos ítems, en el caso de la pera la diferencia subió de 7,75 veces en noviembre a 12,36 en diciembre (+4,62 veces) por la caída de 30,8% en los precios al productor. Los costos al consumidor, en cambio, aumentaron 10,5%.
Similar es la situación de la manzana, la distorsión ascendió de 7,32 veces a 10,86 (+3,54). La variación se explica por el descenso del 27,3% en el valor que recibe el agricultor, mientras que el precio al consumidor final trepó 7,9%. La sobreoferta de esta fruta que se está generando por el incremento en las importaciones, especialmente desde Chile, redujo el pago de los galpones de empaque. Finalmente, en diciembre, la participación del agricultor en el precio que pagan los consumidores bajó un 4,2%, desde el 26,1% al 25%.
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