El Gobierno apunta a modificar las alícuotas de Impuestos Internos a diversos productos, con subas en algunos que considera que atentan contra la salud o demuestran una especial capacidad contributiva, o bajas en bienes de consumo duradero dirigidos a la clase media, como electrónicos, y autos y motos me gama media.
Entre los productos perjudiciales a la salud, la reforma presentada ayer plantea una suba gradual en tres años de impuestos internos para bebidas alcohólicas actualmente no alcanzadas, como el vino, sidra y espumosos, y subas en otros que ya pagan impuestos, como la cerveza.
Para el whisky, coñac y otras bebidas blancas, la alícuota actual es de 20%, y el proyecto oficial propondrá una alícuota de entre 20% y 29%.
Las cervezas sufrirían una fuerte suba del 8% al 17%, mientras que el vino, la sidra y los espumosos pasarían de no tributar a hacerlo a esta misma alícuota, 17%.
Las gaseosas en general y otras bebidas sin alcohol que hoy pagan impuestos internos de entre 4% y 8%, pasarán a quedar exentas cuando no tengan azúcar añadido y tributar 17% cuando sí tengan azúcar añadido.
El caso de los cigarrillos es particular porque pasan de tener una alícuota del 75% a pagar una suma fija o “impuesto mínimo” con una alícuota del 70%. Si bien según las proyecciones que mostró el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, el efecto total sería neutro, los especialistas consideran que incluso podría haber algún beneficio para el sector.
Por el contrario se reducen los impuestos internos para los productos electrónicos y los vehículos de gama media y se incrementan para los de alta gama
Dejarán de pagar impuestos internos muchos de los productos que los argentinos cruzaban a comprar a Chile o se hacían traer de Miami, como celulares, televisores o monitores, mientras que hasta hoy tributan a una alícuota de 17%.
También quedarán exentos los autos de gama media, cuyo precio esté entre $ 380.000 y $ 800.000, así como las motos de gama media, de un valor de entre $ 70.000 y $ 140.000. Ambos tributaban impuestos internos a una tasa de 10%.
En cambio subirá de 10% a 20% el impuesto interno de aeronaves, embarcaciones de alta gama, de precio superior a $ 430.000, y motos de alta gama, que se venden a más de $ 140.000.
Un aspecto novedoso de la reforma pero que fue largamente anunciado por el titular del la AFIP, Alberto Abad, es la imposición a los servicios digitales prestados por el exterior, como Netflix, o Spotify.
Así, se amplía la base del IVA para esos servicios digitales, que incluyen prestaciones tales como acceso o descarga de video, música, juegos u otros contenidos consumidos en el país.
La AFIP les cobrará el impuesto a los agentes pagadores involucrados, es decir, a los consumidores.
Marcelo Rodríguez, de MR Consultores, opinó que los cambios en impuestos internos ya se hicieron en los 90 y no suelen ir más allá de lo recaudatorio y restringir algunos consumos. En el caso de los productos electrónicos, consideró positivo que se promueva el consumo interno y respecto de los servicios digitales, opinó que la generalización del IVA aporta al principio de igualdad, dado que la TV por cable ya paga el impuesto.
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