En Copitec los cimientos se basan en la confianza familiar

Hombre agitado, con miles de tareas anotadas en su agenda, bien vestido y con la mirada puesta en su reloj de tanto en tanto, así nos recibe Ariel Bello, uno de los encargados de hacer que Copitec sea marca registrada de librería en Tucumán.

A pesar de ser tan joven, Ariel vive atareado y aclara que mantener un negocio de tal envergadura no es sencillo, “hay que estar siempre a la vanguardia” y que “no sería lo mismo si no lo manejaran entre la familia”.

Es que él, junto a sus hermanos Daniel y Alberto, y a sus padres, Hugo y María Elena, llevan adelante un negocio que está hace 20 años en sus manos. “Todo comenzó con mi abuelo quin fundó la primer fábrica de sellos de goma en Tucumán, nose si la primera pero si la más importante en la provincia en los años 70. A partir de allí comienza todo el proceso para que empiece a crecer el rubro librería.”

Sin dudas que manejar un negocio familiar es una tarea compleja y Ariel no duda en confirmarlo: “Trabajar en familia es durísimo, yo al día de hoy no la tengo muy clara. Sin embargo, de alguna manera creo que los más importante es la confianza, ahí se basa la clave de una empresa familiar. Yo no puedo trabajar o emprender en cualquier rubro si no tengo confianza ciega como la tengo con mis hermanos mi vieja y mi viejo en la empresa familiar.”

La charla fluye y mientras Ariel repasa la historia que los llevó hoy a estar a cargo de una de las librerías más importante de la provincia, responde llamadas y consultas relacionadas al comercio.

“Tenemos un formato de trabajo donde nuestra empresa familiar no se expande con tareas delegada, no es por desconfianza, sino simplemente porque conservamos lo que tenemos y de ahí trabajamos” afirma Ariel denotando claramente que las decisiones y el mando jerárquico pasa solamente por la familia.

El entrevistado asegura que una de las características principales del negocio pasa por ser una “librería joven que siempre se está actualizando con productos del mercado, una librería que tiene un estilo netamente estudiantil”.  Aunque remarca también que otra de las característica de la empresa es la de mantener al personal, en donde hay empleados con más de 20 años de antigüedad.

Antes de finalizar la entrevista, Ariel no escapa a la actualidad política, económica y financiera por la que atraviesa el país y aquí no fue tan optimista y generoso con su visión: “Para mi es incierto saber qué es lo que pasará de aquí a fin de año, hoy no lo puedo determinar. Sin adentrarme en la política, te digo que creo que el país necesitaba un cambio, pero no sé si necesita este ajuste. No puedo aceptar que Tucumán sea una provincia que tenga una carga impositiva descomunal y que sea a nosotros los que nos carguen con demasiados impuestos como empresa local”.

Un poco ofuscado, afirma que, que si bien su comercio tuvo una temporada alta en cuanto a ventas porque su época fuerte fue justamente antes de que se profundice la crisis (febrero-marzo), en el último tiempo las mismas bajaron alrededor del 20%, lo que, según su percepción, es muchísimo. “Hasta fin de año no veo otra salida que esperar, no derrochar, mantenerse, no invertir a lo loco en algunas cosas. Cada vez se achican más los márgenes, y ¿hasta cuándo vamos a resistir? No sé”, sentenció Ariel.