En plena peatonal del microcentro tucumano, ante el ir y venir de la multitud de personas que la recorren día a día y a tan solo una cuadra de la plaza principal, se situa una de las ópticas más tradicionales de la provincia. Con más de 30 años entre los tucumanos, Óptica Visión arraiga la tradición de la familia Molina.
“Todo esto viene de familia, fue mi abuelo quien puso primero la óptica y yo, que me crié a la par de él, heredé la tradición que se mantiene hasta el día de hoy”, asegura Alfredo Molina, hoy a cargo de una de las 3 sucursales con las que cuenta la empresa.
Algo emocionado, recordando aquellos tiempos, Alfredo nos cuenta sus inicios en la óptica, la apertura de su propio local en el año 1988 y la pasión que conlleva el rubro que, tal como se encarga de afirmar, lo heredó de alguien muy especial para él: Benjamín Néstor Paz, su abuelo.
“Ha sido la continuidad de lo que a mi abuelo le gustaba hacer, él ha sido alguien muy importante en mi vida, ha sido mi ídolo. Me gustaba estar con él, me gustaba lo que él hacía, entonces me transmitió tanto eso, que seguí esa carrera y que hoy continúa con mis hijos incorporados también” relata Molina.
Tal como él nos expresa, Óptica Visión cuenta en la actualidad con tres locales comerciales. Uno es atendido por él mismo, mientras que los otros son manejados por sus tres hijos: José Andrés, Marisela Enoe y Javier Antonio. Ellos continuaron con la tradición, aun habiendo estudiado otros rubros diferentes.
“Uno de mis hijos terminó la carrera de veterinaria pero está insertado en la óptica, mi hija sí estudió óptica contactología y mi otro hijo, que también está en el tema de la óptica y es el más chico, está en Administración de Empresas, es decir, cada uno hizo lo que quería hacer. Hay que reconocer también, que sería lamentable que un negocio encaminado no se siga atendiendo o no tenga continuidad. Por suerte les gustó la idea de estar y por eso se sigue” indica el mayor de los Molina a cargo.
La entrevista avanza y Alfredo no deja pasar oportunidad para expresar lo que es trabajar en familia, asegura que es algo que no se impone, sino que se lo tiene que sentir y transmitir y que esa es la esencia de su negocio. “Lo que me pasó a mí con mi abuelo de estar en el negocio con él desde los 11 años, esa fuerza, esas ganas, ese interés, se lo debe transmitir en sangre, como lo que me pasa hoy con mi hijos. Ellos están insertados en esto y les gusta lo que están haciendo”.
Como cualquier empresa, los números son claves para mantener el negocio y, en este sentido, en Óptica Visión son precavidos a lo que se viene. Sus locales también sufrieron los altibajos en las ventas, aunque sus años en el mercado “son un factor clave para poder sobrellevar el momento”.
Por ello, ser ordenados y cautos es el secreto del local para trascender en el tiempo. En tiempos difíciles como este, “no hay que gastar en más de lo que uno hace y seguir ahorrando es clave, porque con el ahorro uno puede emprender” esperanzados en que esta situación mejorará. “Ser mesurado en los gastos te sirve con el tiempo, porque si gastas más de lo que te entra seguro que muy poquito tiempo estas en el rubro” finaliza Alfredo.
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