Marmolería Italia espera un 2018 con crecimiento menor al del año pasado

Corría el año 1902 cuando se fundó una de las Pymes familiares más antiguas de la provincia, la Marmolería Italia, que llegó a ser una de las proveedoras de mármol y granito más importante del norte argentino. Bautista Cesca, se había bajado del barco que provenía de Italia y tomó rumbo norte con la idea fija de poner una empresa que provea mármol, principalmente a los cementerios.

No había pasado mucho tiempo, cuando la segunda generación, se sumó a la empresa y expandieron la empresa y comenzaron a proveer al rubro de la construcción. Oscar, actual titular, que representa a la tercera generación, se sumó antes de terminar su carrera de contador y la empresa tomó su rumbo definitivo.

Lejos quedaron las épocas en las que se proveía sólo a las necrópolis, con Oscar hijo, otro de los titulares y representante de la cuarta generación de la empresa, dirigen una empresa centenaria que no sólo provee a particulares, empresas privadas y entidades de distinto tipo, también son proveedores del estado, lo que les da un aire para crecer a una buen ritmo.

Desde 1968, cuando incorporaron las primeras máquinas, se empezó a necesitar menos personal, fuera de la familia, es difícil comprender que hoy en una empresa de esta envergadura sólo cuente con seis empleados directos, pero eso se aclara a la hora de ver a la familia trabajar.

Tanto padre como hijo, no paran un segundo de atender al público y los pedidos que llegan por teléfono. María del Rosario, hoy matriarca de la familia pese a su aspecto juvenil, es bioquímica y colabora en la atención al público, su hija Rosario, mueve cosas de lugar, opina y viene con una marejada de ideas para modernizar desde lo estético, no es de extrañar, está a pocas materias de recibirse de diseñadora de interiores. Lourdes es la que menos influencia tiene hoy en la empresa, no obstante su padre valora el aporte de acercar clientes dentro del ámbito conocido como F&F (siglas en inglés de amigos y familia), además la presencia femenina ilumina el ámbito de trabajo y sus ideas refrescan un negocio que otrora sólo era reservado a los hombres.

En cuanto a lo empresarial, el 2017 fue un buen año para la empresa, según contó Oscar padre, el hecho de funcionar en locaciones propias y contar con maquinaria moderna, les permitió crecer a un buen ritmo y cerrar con un balance positivo.

Distinto fue el 2018, que arrancó atípico, con mucho actividad durante los primeros meses y que luego fue amecetándose  sobre la mitad del año. Hoy, pese  al optimismo del empresario, esperan cerrar un buen 2018, pero con menores ganancias que el año pasado.

No obstante, la forma de trabajo, los métodos utilizados y la fuerza familiar que jamás decrece anticipa un futuro venturoso para la empresa centenaria, que sueña, con otro siglo de existencia.