San Bernardo vaticina un 2018 tranquilo y un repunte a partir de septiembre

Norberto Fermín Iriarte fundó hace 40 años una empresa que hoy es emblema en Tucumán, San Bernardo Servicios Sociales. “Un empresario no tiene que tener temor”, asevera y, tras cuatro décadas de trabajo, muestra que valentía no es lo que le falta.

La empresa nació en 1978, la fundó junto a un socio y hoy la maneja con el apoyo de sus dos hijas que, de a poco, comenzaron a familiarizarse con la idea de tener que manejar el grupo empresario que hoy incluye tres empresas bien definidas.

“Las empresas de este tipo tiene 10 años de inversión en los que no retira ganancias, los segundos 10 años, la empresa empieza a tener rentabilidad, a los 30 años baja un poco la rentabilidad, y luego entre los 30 y 40 años vuelve a repuntar, y así funciona el ciclo”, cuenta el propietario de la compañía.

El empresario asegura que una de sus mayores y mejores virtudes es el pragmatismo. “Aprendí lo que la vida me enseñó”, asegura. No obstante, en su empresa la capacitación de recursos humanos es uno de los puntales de la compañía y en base a eso se mejora el servicio a los clientes.

Regina María es psicóloga e hija del fundador de San Bernardo, ingresó antes que su hermana en la empresa, primero en la parte de compras y ahora va de sección en sección, conociendo a fondo la compañía y aprendió a entender la las necesidades de los empleados.

“Trabajar con la familia es lindo y complejo, porque tenés discusiones y otras cuestiones de cualquier trabajo, pero no podes olvidarte que debajo hay algo más importante como el amor y la unión familiar”, contó Regina.

Por su parte, Ana Inés o “Anina” como todos la conocen, fue la última en sumarse a la empresa, un carácter muy similar al de su papá, le generaba preocupación por los roces que podía llegar a generar su presencia en la compañía. “Pero con el tiempo uno va aprendiendo cosas, viendo otras cuestiones y ahora estoy acá formando un equipo junto a mi hermana y otra chica que nos complementa”, señaló la hija menor.

Actualmente Anina, su hermana y una licenciada en economía se encargan de la parte de comunicación, tanto externa como interna. “Fue complicado pasar del trabajo en esta área que se venía haciendo antes, al que se hace ahora, son dos generaciones distintas, así que ahí vamos, por suerte haber formado un equipo interdisciplinario nos ayudó a solucionar muchas de las cuestiones que se nos iban planteando”, subrayó.

Antes de concluir el fundador de la empresa, asevera que hasta septiembre será un año de acomodamiento de precios que, según afirma, era necesario después de 12 años de una economía descarrilada. Pero, anticipó que a partir de ese momento, las cosas comenzarán a acomodarse y mejorará el panorama.