El Indec confirmó que el intercambio comercial (ICA) de enero dejó un déficit de US$986 millones, cifra casi 20 veces mayor a la del mismo mes de 2017 (-51 millones). Las importaciones crecieron 32,1%. Subieron tanto la compra de bienes de consumo como los insumos para la producción nacional. Las exportaciones avanzaron un 10,7%. Entre los rubros de mayor aumento estuvieron biodiesel, oro y aluminio, bienes de escaso valor agregado. También mejoraron las manufacturas de origen industrial (29,6%), en parte motorizadas por las ventas de autos (15,7%).
Una coincidencia en el sector privado es que el déficit preocupa, sobre todo porque es financiado con colocaciones de deuda y no con inversión directa. Otra es que los problemas del frente externo, una de las principales causas de las crisis económicas argentinas, depende muchas veces de factores exógenos. La tercera coincidencia entre los economistas es que el déficit comercial se extenderá en el tiempo.
Algunos consideran que la mejora de la economía mundial (sobre todo, Brasil), el salto del dólar y el arranque de la reforma tributaria suavizarán el déficit. Otros, en tanto, consideran que la amplia brecha entre importaciones y exportaciones se profundizará en 2018, con la sequía entre otros factores.
En el Ministerio de Hacienda pusieron el énfasis en la mejora de las exportaciones. "Alcanzaron su mayor valor para un enero desde 2013 y su mayor volumen, en cantidades, desde 2008", afirmaron. "Uno de los principales factores de aumento fue la venta de manufacturas industriales. Crecieron 29,6% interanual, el mayor crecimiento desde agosto de 2011", indicaron. Sobre el alza de las importaciones, dijeron que son un reflejo del crecimiento.
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