La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer datos sobre los porcentajes de la pobreza de distintas jurisdicciones. En el caso de Tucumán, comprendido especialmente en San Miguel y Tafí Viejo, el organismo nacional informó que el 2020 cerró con el 43,5% de personas en la pobreza, y bajo la línea de indigencia marcó un 7.1%.
Asimismo, el informe indica que el índice promedio de pobreza de la región del NOA fue de 40,4%. Por su parte, la provincia de Catamarca marcó un porcentaje del 35,7%, Salta 41,7%, Jujuy 37,7%, Santiago del Estero 39,4% y La Rioja 35,3%.
Ante estos datos, el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin sostuvo que “la salida es el trabajo” y, a su vez, comentó que durante la pandemia, “sin la presencia del Estado Nacional en la transferencia de recursos a través de la tarjeta Alimentar, la Asignación Universal por Hijo, el IFE o los ATP los índices de pobreza y sobre todo de indigencia hubiesen sido mucho más altos”, afirmó el funcionario.
Además, Yedlin indicó que “como ministro de Desarrollo Social, no puedo dejar de manifestar mi preocupación por la pobreza; es verdad que podría haber sido mucho peor, pero son cifras que duelen y son intolerables. Parte es por la pandemia. La caída de la actividad económica, que tuvo que ver con la enfermedad, exigió el año pasado priorizar y ganar tiempo para que todo el sistema de salud pudiera crecer, fortalecerse y equiparse”, señaló.
En esta línea, el ministro remarcó que “en Tucumán hubo ciclos históricos de generación de pobreza, con altibajos, de manera sostenida y a veces con mejoras. Desde el cierre de los ingenios hasta ahora, la situación se ha ido complicando, con alguna mejora cuando la economía creció y se distribuyó más”, añadió.
Por último, dijo que “si bien es importante que el Gobierno Nacional transfiera recursos para grupos más vulnerables, la salida tiene que ser el trabajo con inversión privada y pública”, cerró.
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