Los investigadores de la Red de Biomasa del INTI realizaron el segundo nensayo a escala industrial en el país para producir pellets a partir de residuos del sector azucarero. “Esta tecnología puede ser una solución energética, ambiental y productiva para la región azucarera”, fundamentan los responsables de la iniciativa.
La pelletización es un proceso de compactación del que se obtienen pequeños cilindros (pellets) que se utilizan como combustible. En Europa está muy difundido el empleo de pellets para los sistemas de calefacción con calderas y hogares.
Actualmente, los residuos que se generan a partir del cultivo de la caña de azúcar no son aprovechados, lo que implica un problema ambiental que se acentúa a medida que la producción crece.
Según informó el Instituto, el proceso se realizó con máquinas disponibles en el mercado, lo que permitió reunir pautas técnico-económicas para el diseño, en el corto plazo, de un modelo de negocios rentable.
En este caso, este segundo ensayo apunta a incentivar el desarrollo de un nuevo biocombustible para aplicaciones industriales de alcance regional, que cumpla con los estándares mínimos de calidad. El pellet podría aplicarse como combustible estandarizado en escalas media y baja, incluso para aplicaciones domésticas, en reemplazo del gas licuado de petróleo y el gas natural, diversificando la matriz energética y supliendo la demanda creciente en todo el país con un combustible de origen orgánico.
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