Flor de cerámica comenzó con un horno viejo y muy pequeño, y ahora se convirtió en un taller inspirado en el arte

“Me tomé un colectivo hacia Córdoba y fui a comprar mis primeros insumos. Desarrollaba mi actividad en la galería de casa y ahí comencé un camino de aprendizaje, y muchas veces autodidacta: investigando, probando y también equivocándome”, expresó María Florencia Martinetti, dueña y creadora del taller a IN Tucumán. Te contamos los inicios y desafíos del emprendimiento tucumano.

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Muchas familias tucumanas se enfocaron en remodelar sus hogares desde que inició la pandemia, y unas de las actividades que fueron y continúan siendo protagonistas a la hora de cocinar puertas adentro debido a la pandemia, son las vajillas de las cocinas de los tucumanos. 


“La vajilla de cerámica es la vedette del momento”, expresó la emprendedora tucumana María Florencia Martinetti, dueña y creadora de Flor de cerámica a IN Tucumán, en el marco de la campaña de acompañamiento a los emprendedores de la provincia que inició nuestro medio el año pasado. 

Flor de cerámica se encuentra ubicada en Av. Aconquija 1914, Yerba Buena, se trata de un “taller que tiene como objetivo transmitir la pasión por el arte cerámico a personas que buscan compartir un momento único, explorando su veta creativa. En la tienda vas a encontrar piezas exclusivas de diseño realizadas artesanalmente como vajillas y objetos de decoración”, expresó Martinetti al inicio de la entrevista. 


El primer contacto que la emprendedora tuvo con la arcilla fue en el 2007, cuando había decidido dejar de trabajar en relación de dependencia por decisión personal y comenzó a asistir a un taller cerca de su casa y desde ese momento despertó en ella la pasión por la cerámica. “Yo siempre digo que la cerámica enamora, si la conociste y la disfrutaste y por alguna razón no podés continuar, seguramente más adelante volverás a ella”, agregó la emprendedora tucumana a nuestro medio.  

En el transcurso de la entrevista, Martinetti profundizó sobre los inicios de su proyecto. “Mis comienzos fueron muy austeros, me compré un horno pequeñito y muy viejito. Me tomé un colectivo hacia Córdoba y fui a comprar mis primeros insumos. Desarrollaba mi actividad en la galería de casa y ahí comencé un camino de aprendizaje y muchas veces autodidacta: investigando, probando y también equivocándome”, expresó. 

“Viajé, hice cursos, conocí nuevos compañeros de esta misma pasión. Comencé a transmitir mis escasos conocimientos a mis familiares, a quienes les transmito mi amor por el barro. Más tarde me permitió redescubrir mi amor por la docencia. Y hoy,  habiendo pasado el tiempo con mis hijos ya ellos independientes, y después de varias mudanzas de la vivienda familiar con el taller incluido, decidí independizarme y alquilar un espacio para desarrollarme más profesionalmente. Cuento con la ayuda de Laura, una ex alumna que hoy se transformó en mi colaboradora”, explicó a IN Tucumán. 

Actividades en el taller 

Los productos que comercializa Martinetti a través de Flor de cerámica son hechos a mano, con la pasión que la caracteriza desde el día que tuvo contacto con la arcilla allá por el 2007. “Los realizamos en mi taller con Laura (mi colaboradora) y Paola, mi hermana, una de mis primeras alumnas quien se unió recientemente al equipo”, añadió.  

Organización y proceso de elaboración de las piezas 

“Los productos los realizamos con moldes, en torno o de manera manual, dependiendo de la pieza. Luego se la deja secar, se lija y se realiza la primera honrada. Una vez convertida en biscocho se esmalta y va a la segunda cochura y luego se da como terminada la pieza”, detalló sobre el proceso de elaboración Martinetti. En esta línea, la emprendedora tucumana también se refirió al proceso de decoración. “Se pueden emplear diferentes técnicas como engobes, esgrafiados, pigmentos, transfer, burbujas, entre otras”, indicó. 

Actualmente, el taller trabaja con grupos reducidos, aplicando los protocolos dispuestos para prevenir contagios de Covid.19. En este contexto, le consultamos cómo ha impactado la pandemia en su sector. “En lo personal creo que la pandemia ha reforzado la necesidad de las personas de realizar actividades que les den placer; y la cerámica es una de ellas. También están disfrutando más de sus hogares y la cocina tomó un papel protagónico por lo que la vajilla de cerámica es la vedette del momento”, afirmó. 

Balance económico 

La emprendedora tucumana que se destaca en realizar piezas de cerámica realizó un balance económico desde su sector. “Debo reconocer que he crecido porque también he trabajado mucho y he invertido siempre para contar con lo mejor para mis clientes. En el momento que no podía dar clases me dedique a la producción y cuando retomé la actividad he podido vender mis piezas y recuperar algo de lo perdido en la cuarentena”, comentó a IN Tucumán. 


Marca Tucumán 

María Florencia Martinetti y su equipo han logrado que el IDEP Tucumán (Instituto de Desarrollo Productivo) le otorgue el sello de distinción Marca Tucumán a Flor de Cerámica. “El tener Marca Tucumán, me permitió capacitarme como emprendedora, también compartir mi experiencia con mis pares. Me facilitó la difusión de mis productos, como así también la posibilidad de acceder a créditos a tasa muy convenientes para la compra de maquinaria para mí taller”, destacó. 

Al finalizar la entrevista, Martinetti comentó: “Creo que cuando haces lo que te gusta te convertís en una persona feliz y eso va acompañado de generar ingresos lo que te hace una persona afortunada. Al principio nuestros sueños parecen imposibles, luego parecen improbables y cuando le ponemos toda la intención, desempeño y compromiso, ese sueño se convierte en realidad”, concluyó. 

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