Los sectores que más empleo generan —como comercio, industria y construcción— siguen débiles, lo que explica la desconexión entre las cifras y la realidad.
Para que la recuperación sea tangible, Secco señala tres claves: un régimen cambiario estable y sin cepo, metas fiscales claras y políticas laborales que impulsen productividad y empleo formal.
La conclusión es contundente: sin reglas duraderas y señales consistentes, la economía puede ordenarse en los números, pero no en la vida cotidiana.
Tu opinión enriquece este artículo: