Se trata de una empresa vinculada a la venta de golosinas, familiarizada por ello a la industria azucarera y conocidos del gobernador Juan Manzur, detalló Roberto Palina. Lo que pretenden es la compra de la fábrica que actualmente está siendo arrendada por un grupo que no ha podido hasta el momento pagar la deuda que mantienen con los operarios.
Por esta situación Palina anticipó que recurrirán a la Corte Suprema de Justicia para conocer el expediente de arriendo, saber cuál es la situación y tratar de avanzar en la operatoria de venta.
“El Gobierno viene ayudando pero necesitamos una solución definitiva para esta situación que arrastra el ingenio hace 10 años” agregó el gremialista, en una entrevista a Los Primeros.
Los actuales arrendatarios mantienen una deuda de alrededor de 100 millones de pesos, incluyendo los sueldos adeudados a los operarios. La situación se complica con la cantidad de trabajadores “fantasmas” según calificó Palina que realizan tareas en la fábrica, anticipando inspecciones para los próximos días.
El trabajo de mantenimiento, casi nulo, pone en riesgo el inicio de la molienda, tal como el año pasado, dejando a 730 operarios en absoluta incertidumbre sobre su futuro laboral, consignó el sitio de noticias.
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