Días atrás se dio a conocer un acontecimiento que se convirtió en escándalo, perjudicando la reputación de la red social más importante del momento.
Todo comenzó con el tratamiento de los datos de los usuarios de Facebook que pudo utilizar la compañía de marketing político Cambridge Analytica, revelando la sencillez con la que pudo abusar de la información y de sus aplicaciones, provocando una caída de más del 7% de las acciones de la empresa de Mark Zuckerberg,una pérdida valuada en U$S 58.000 millones y el inicio de una investigación por parte de la Comisión Federal de Comercio.
Cambridge Analytica pudo acceder a información de más de 50 millones de usuarios, para emplearla en campaña de propaganda política.
El Equipo de Facebook, reconoció el error y fue el propio Mark Zuckerberg, quien pidió disculpas, pero no bastaron y los inversionistas vendieron rápidamente sus acciones.
El precio de la acción se desplomó en más de 17 dólares por unidad, desde el lunes al viernes pasado, es decir de valer U$S 176.80 a U$S 159.30.-
Los anunciantes amenazan con retirar su publicidad de no existir una mejora en la confianza y justamente esta caída en el valor de las acciones, refleja que existe un temor por parte de estos a que no exista una improvisación sustancial en los sistemas de control de la red social.
Para dimensionar la magnitud del problema, pensemos que la publicidad en Facebook representa poco más del 97% de los ingresos y luego del inconveniente, grandes compañías como Mozilla, conocida entre otros por su popular navegador y Commerzbank, suspendieron sus anuncios y ni hablar de las empresas de Elon Musk, Tesla y space X, cuyas páginas fueron suprimidas de esta red social.
Los métodos que utiliza Analytica son muy sofisticados e influyentes y supo aprovechar el potencial de Facebook, para influir en decisiones políticas, motivo por el cual se encuentra bajo investigación, es en este sentido que Zuckerberg, tardó varios días en emitir un comunicado y procurar restablecer la confianza indicando que las medidas correctivas se vienen tomando desde hace un tiempo atrás.
Facebook comenzó su historia en el NASDAQ (National Association of Securities Dealers Automated Quotation), es la bolsa electrónica automatizada más grande de Estados Unidos con más de 3.800 compañías, encierra las principales empresas tecnológicas, el 18 de mayo del 2012 cerrando a poco más de U$S38.- la acción. Su debut fue con muchas expectativas, pero turbulento, el mercado castigó el precio varios meses. Es en junio del 2013 en donde se observa una recuperación en el valor, cuando la empresa decide sumergirse en el mundo de las aplicaciones móviles .En el 2017 contaba con más de 1150 millones de usuarios activos diarios móviles promedio, convirtiéndose en una de las principales aplicaciones descargadas en celulares y otros dispositivos móviles.
Para fines del 2017 Facebook tenía más de 1940 millones de usuarios, sus empresas complementarias son Messenger con 1200 millones de usuarios, Instagram 700 millones y WhatsApp con 1200 millones, demuestran el éxito en el segmento clásico y móvil. Al cumplirse el 5to aniversario de la salida a la bolsa, su valor era un 292% superior, transformándose en la sexta compañía con mayor capitalización del mundo, valuada en U$S 428.000 millones, demostrando el gran potencial del papel.
Es de pensar que la confianza afectada por la filtración de información de la consultora Cambridge Analytica, tardará un poco en volver y habrá inquietud entre los anunciantes y usuarios, aspecto que repercutirá en la cotización bursátil, los indicadores técnicos son pesimistas, con señal negativa tras perder el soporte de los U$S 170.28, pero los fundamentales son sólidos, presentando un horizonte de oportunidad en el mediano plazo para los que quieran adquirir una parte de la compañía.
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