Se inscribió una nueva variedad de arándanos desarrollados en Tucumán y que mejoran los rindes hasta un 15%

Además se comprobó una larga vida poscosecha y un muy buen sabor. 

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En medio del contexto sanitario producto de la pandemia de coronavirus, días atrás se destacó el manejo de cultivo arándano en Tafí del Valle. Sin embargo, esta fruta no deja de brindar novedades y buenas noticias para la industria. 


Sucede que la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) inscribió en el Instituto Nacional de Semillas (INASE) su primer cultivar de arándano, denominado Naike, resultado de un programa de mejoramiento de la cátedra de Genética que actualmente tiene 20.000 nuevos genotipos en evaluación, en colaboración con la empresa EarlyCrop, de la provincia de Tucumán.

“Nos costó mucho elegir este material porque hubo otros que también mostraron muy buenos resultados para los ambientes productivos de Tucumán y Entre Ríos”, indicó Gustavo Schrauf, profesor titular de la cátedra de Genética de la FAUBA, y adelantó que próximamente prevén inscribir dos nuevos cultivares.

"Se orienta a la zona de Tucumán, donde su pico de producción coincide con el pico de valor económico de los arándanos en los mercados internacionales, principalmente en Estados Unidos, aunque ahora también empezó a crecer la demanda por parte de China. Además, en esta zona de Tucumán se obtiene el doble de rendimiento que en otras regiones del país”, dijo Schrauf.

En la FAUBA y en Tucumán, con este cultivar se obtuvieron mejoras de entre 10 y 15% en los rindes contra los materiales comerciales que utilizaron como testigo. No obstante, Schrauf advirtió que es necesario realizar nuevas evaluaciones a campo en diferentes ambientes productivos.

Naike se destaca por concentrar una alta producción en el período de mayor valor económico. Además sus frutos son firmes, lo cual disminuye el riesgo de daños por la manipulación durante la cosecha. 

El investigador señaló que Naike también posee dos características que son difíciles de encontrar en un mismo material: su larga vida poscosecha y un muy buen sabor, según los resultados de las degustaciones que se realizaron con especialistas en la materia.


El programa de mejoramiento de la FAUBA se desarrolla en Tucumán y en Buenos Aires. En Sargento Moya, al sur de la capital, se seleccionan materiales genéticos de tipo Southern Highbush, en función de los atributos buscados y adaptados a las condiciones agroecológicas locales. En el predio de la Ciudad de Buenos Aires de la FAUBA, se realiza la micropropagación y se generan nuevos materiales a partir de semillas extraídas de sus frutas. Los cruzamientos se llevan a cabo en Tucumán y en CABA.

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