Las ganancias de los empresarios agrícolas disminuirán más de la mitad luego de la Reforma Tributaria

Luego de la reforma, el gasoil puede ser más caro y disminuiría hasta un 55% menos las ganancias. 

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El ITC, o Impuesto sobre la Transferencia de los Combustibles, creado por Ley 23.966, ha sufrido en la última reforma tributaria consagrada por la Ley 27.430 una importante modificación que impactará en las finanzas del hombre de campo.

En efecto, si bien el referido impuesto ha dejado de ser una suma "ad valorem" para convertirse en una suma fija sujeta a actualización por inflación -tratando tal vez de ser más equitativo al desacoplarlo del aumento del precio internacional del petróleo- se ha modificado el porcentaje que el agro puede "descargar" o dicho técnicamente, computar como pago a cuenta, del impuesto a las ganancias.

Es que si bien el fijar el impuesto como un porcentaje (70% del valor de la nafta Premium, por ejemplo) como lo hizo la Ley 23.966 que creó el impuesto tenía el efecto de subir la carga fiscal junto con el aumento de combustibles, el reemplazarlo por su equivalente en una suma fija ( $4,148 por litro de gasoil en la Ley actual) y atarlo a la inflación -que sigue generalmente al dólar aunque un poco más retrasada- no significa nada para el campo , o incluso puede serle más oneroso, si se reduce del 100% al 45% el porcentaje de éste impuesto que puede computarse como pago a cuenta del impuesto a las ganancias tal como lo dispone ahora el Artículo 15 de la Ley 27430. Cabe aclarar que el impuesto se actualizará trimestralmente conforme al Indice de Precios al Consumidor que suministre el INDEC, conforme la disposición del Art. 132 Ley 27430.

Es decir que de cada $100 que se pagan hoy de ITC en el valor del gasoil (o las naftas), el agro sólo podrá tomar $45 a cuenta de ganancias, mientras que antes de la reforma tomaba los $100 completos.

Y está visto que el Gobierno no puede despegar ninguna de las dos variables (precio de naftas y tipo de cambio) de la marcha de la inflación; aunque fue muy optimista al momento de consagrar la reforma tributaria, por lo que el pretendido efecto "desacople" podría no conseguirse.

En estos días ya se habla en los medios de una suba inminente del 20% del precio de combustibles (sumados al 13,5% que ya aumentaron entre enero y abril de 2018), lo cual seguramente impactará en la inflación, y más adelante, en el ITC; por lo que computando sólo el 45% del impuesto como pago a cuenta de ganancias, el resultado de la reforma tenderá a ser neutro o, casi con seguridad, más oneroso que la situación anterior. Es decir que es dable esperar que la reforma implementada, dada la marcha actual de la economía, termine jugando seriamente en contra de la actividad agropecuaria en éste ítem en particular, siendo más onerosa ésta carga fiscal para el hombre de campo.

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