Se trata de Big Ben, que nació hace tres décadas, cuando la inició su abuelo, y al día de hoy, con la tercera generación al mando, el local continúa firme entre los tucumanos.
“Es una empresa que cuenta con 30 años de antigüedad, la inició mi abuelo que se dedicaba también a la venta de relojes y joyas. Al principio empezó con una valijita vendiendo por el norte del país hasta que se dio la posibilidad de abrir ubicado en San Martín y Muñecas” asegura el propietario actual.
Es justo en esa dirección donde se emplaza la oficina en la cual nos recibe, arriba del ya renovado local. “En 2014 hice el click y decidí que teníamos que hacer algo distintos para continuar a la vanguardia. De allí que decidimos renovar los locales, lanzar las góndolas flotantes en los shopping y aplicar un modelo de negocio que nos llevó a expandirnos hasta Córdoba y Buenos Aires” explica Feler.
Es el mismo quien se encarga de aclarar que, a lo largo de los años, el negocio tuvo una marcada historia ligada a su familia. El empresario afirma que a su abuelo lo sucedió su padre, Eduardo Feler, y luego quedaron al mando él y su hermano Sergio en el año 2008. Con el correr de los años, finalmente su hermano dio un paso al costado para que sea Ariel quien esté al mando el día de hoy y lleve adelante el negocio junto a su esposa Verónica Kaufman.
Según nos explica el dueño, la base para sostener cualquier tipo de negocio es mantenerse dedicado al mismo, más en un rubro que requiere de una atención especial, de otro tipo de trato. “Al negocio tenés que quererlo, va más allá de una compra y una venta, tenés que estar atento, tenés que cuidarlo. No existen empresas en el rubro que hayan crecido como nosotros, porque es un rubro de una mentalidad más de familia, de
gente que está encima de sus locales y nosotros la hemos profesionalizado” afirma, mientras repasa las cámaras de seguridad de los diferentes locales.
Ariel se toma unos segundos para explicar que su negocio tampoco le escapa a la coyuntura económica actual y asegura que hoy la prioridad está en mantener a flote las 10 sucursales con las que cuenta la joyería. Es crítico del presente económico por el que atravesamos y expresa que actualmente el país, te lleva más a pensar más en cuidar lo que se tiene, en vez de en una nueva inversión y apertura de nuevos locales, porque “cada vez que uno se equivoca en una decisión comercial, cuesta muy muy caro reponerse nuevamente”.
Por ello, Feler aconseja que aquellos que vayan a emprender se informen muy bien antes de hacerlo. Es necesario estar preparado “porque el esfuerzo va a ser muy muy grande y desgasta entonces hay que tener muchísimo cuidado porque no hay mucho margen de error en este país en este momento, a menos que tengas una espalda muy grande para poder soportar los bombazos”.
El tiempo apremia y antes de cerrar la entrevista, sonrisa de por medio, Ariel no quiere dejar de destacar que “en la empresa hay un tema fundamental que es la confianza”.
Para él, contar con el apoyo de su mujer es sustancial para el negocio. “Hay que saber que cada uno tiene que ser responsable de cada área y respetar el lugar de otro. Yo me encargo de la parte de la organización de la empresa, ver como la proyecto, hacia donde nos dirigimos. En tanto que mi mujer se encarga de la parte más creativa y yo confío bastante, porque gracias a ella es que hemos crecido mucho también”.
Tu opinión enriquece este artículo: