Se estima un costo de hasta 0,2% del PBI en un año donde la recaudación cae y el margen para ajustar el gasto es cada vez más estrecho. Para Secco, la medida podría ser un guiño electoral o parte de la negociación con el FMI, que esta semana define un nuevo desembolso. Aunque mejora los incentivos a exportar, no hay un plan claro para compensar la pérdida de ingresos.
El desafío es mantener el equilibrio fiscal sin afectar la estabilidad económica. El Gobierno, advierte Secco, asume riesgos crecientes. Lo importante es saber cuáles, por qué y con qué respaldo.
Tu opinión enriquece este artículo: