Definida como el aumento generalizado y sostenido en el precio de los bienes y servicios de un país, durante un período de tiempo, normalmente un año calendario,provoca un efecto negativo en el valor real de la moneda, disminuyendo el poder adquisitivo al encarecer la capacidad de compra.
Es común advertir que se utiliza el Índice de Precios al Consumidor (IPC) como estimador de la inflación, pero en realidad son términos diferentes.
El IPC abarca una cantidad concreta y determinada de bienes y servicios que habitualmente utilizamos para la subsistencia (combustibles, transporte, indumentaria, medicamentos, alimentos,etc), estudia el impacto que tienen el incremento de dichos bienes y servicios en el costo de vida.
La Inflación es una variable macro, mientras que el IPC no lo es, motivo por el cual no se contempla para calcular magnitudes en la Contabilidad Nacional.
La Inflación es el aumento generalizado en los precios de una economía, por ello y dada la dificultad en el cálculo de las variaciones de todos los bienes y servicios, es que se utiliza como estimador al IPC.
La variación mensual del IPC en enero 2018 fue del 1,8%, de manera que la inflación acumulada en 2018 es del 1,8%.
La inflación elevada erosiona el valor de la moneda, provoca mucha dispersión en los precios de los productos y distorsiona el funcionamiento del sistema de precios.
En la economía de nuestro país; la inflación constituye uno de los principales problemas, en especial por el financiamiento del gasto público a través la emisión monetaria, constituyendo una de sus fuentes.
En 1945 el flamante Banco Central de la República Argentina (BCRA), inaugurado en 1935, vivía un proceso inflacionario de 2 dígitos y su explicación radica en monetizar el déficit fiscal, entrando en una inestabilidad monetaria de la cual aún hoy en día no podemos salir. No obstante es visible la disminución del índice, pues en el año 2016 fue de 40,3% y el 2017 cerró con 24,8%, es un proceso económico complicado, todos los países lo vigilan muy de cerca para controlar el normal desarrollo de sus economías. Sin ir más lejos, ocupamos el puesto número 7 de los países con mayor inflación en el mundo, detrás de Sudán (25,15%),Libia (25,7%),Siria (43,2%),Congo (48%),Sudán del Sur (101,9%) y en el top Venezuela con 2616%, único país en el mundo con 4 dígitos.
Es fundamental para la salud de toda economía, mantener bajo control la inflación, y para ello hay mecanismos que actúan para corregir el rumbo, uno de ellos es la tasa de interés.
Para tener una idea, semanas atrás, la FED (Reserva Federal de los Estados Unidos), cambió de presidente, hoy Jerome Powel, y dados los resultados económicos de la principal economía mundial, en crecimiento y casi en pleno empleo, se presume que subirá la tasa de interés para evitar un aumento en los niveles inflacionarios. Es decir tasa de interés e inflación, están fuertemente relacionadas.
El interés es el precio del dinero, entonces si aumentan las tasas, el costo del dinero aumenta, el gasto disminuye debido a que el costo de los productos se vuelve relativamente más elevado.
En Argentina la tasa de política monetaria, es elevada y se espera continúe de esa manera en los meses venideros tras conocerse los datos del INDEC (Instituto Nacional De Estadísticas y Censos) sobre la inflación de enero, 1,6% nivel general y 1,7% para componente núcleo, también la información que arrojó el Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM) con una inflación esperada para 2018 de 19,4% para el nivel general y de 16,9% para el componente núcleo. Es por ello que el Banco Central (BCRA) decidió mantener la tasa en 27,25%, teniendo en cuenta las instancias paritarias y que las variaciones salariales impactarán sobre el consumo y los valores inflacionarios.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, expresó que el Gobierno trabaja muy duro para combatir la inflación y destacó la gran tarea del Banco Central para llegar a las metas previstas para este 2018 ,también expresó que estamos atravesando por los meses más difíciles, resultado de la suba inevitable de precios en los servicios regulados y también sostuvo que la inflación va a disminuir en los próximos meses.
Está claro que este es un proceso complejo y llevará bastante tiempo en llegar a la normalidad, no hay demasiadas herramientas y existe un significativo déficit fiscal (3,9% del PBI en 2017), que el Gobierno se comprometió en bajar un punto en este año, aspecto seguido muy de cerca por los potenciales inversores.
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