Robert Kiyosaki: consejos para alcanzar el éxito financiero

Te traemos algunos consejos de uno de los gurúes empresariales más importantes del mundo, en un artículo imperdible.

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El inversionista, emprendedor y educador Robert Kiyosaki es autor de Rich Dad’s Real Estate Advantages: Tax and Legal Secrets Of Successful Real State Invertors (La ventaja de los bienes raíces de mi padre rico: los secretos fiscales y legales de los inversionistas en bienes raíces con éxito), su primer libro co-escrito por una contadora (Sharon Lechter) y un abogado (Garrett Sutton), el cual destaca las enormes oportunidades para obtener riqueza por medio de la inversión en bienes raíces. Es autor también de la exitosa serie de libros Rich Dad, Poor Dad (Padre rico, Padre pobre).

Reglas Primordiales

Como líder de tu empresa, tú decides si cumples o no la ley. Un líder fuerte más reglas fuertes es igual a un negocio fuerte

A menudo comienzo mis seminarios diciendo: “Yo hago las reglas; yo cambio las reglas; yo hago cumplir las reglas”. Después las expongo, así como las consecuencias de romperlas. Por ejemplo, si llegas tarde: $10. Si traes comida a la clase: $10. vendes anillos: $25. Explico que la razón de que existan reglas es para preservar la santidad del salón de clases.

Las reglas son creadas e impuestas por el bien del grupo. Pero existe una segunda razón para ser claro con respecto a las reglas. Siempre alguien las probará y buscará llegar a los límites. Sé que, a lo largo de los años, algunas personas se han ido diciendo que soy un dictador y exigiendo su reembolso. Yo les regreso su dinero con gusto y se van. Tú te estarás preguntando, ¿por qué ser tan duro con las reglas?

Sin reglas, hay caos. Peor aún: sin la imposición de reglas, el valor de los activos disminuye. Cuando los líderes de Enron rompieron las reglas, la empresa desapareció. En los vecindarios donde la ley no se cumple y el crimen crece, el valor de los bienes inmuebles cae. Imagina un partido de fútbol sin reglas o sin un árbitro.

Como líder, tú creas las reglas, las cambias, las haces cumplir. Pero, lo más importante, las cumples tú mismo.

¿Quieres Éxito en tu Carnicería? No contrates vegetarianos

La clave es tener el equipo correcto: Contrata a las personas con pasión por lo que hacen y que compartan tu visión

Frecuentemente, los empresarios me preguntan: “¿Cómo encuentro a las personas correctas?”. Y mi contestación siempre es: “Primero, deshágase de las personas equivocadas”.

Una de las tareas más difíciles y más importantes a la hora de emprender es elegir al equipo correcto. Hace un año, mi amigo se enfrentó a este dilema: su empresa se había creado rápidamente pero estaba estancada. Había contratado a un nuevo director y a un administrador, pero las ventas seguían bajas y el personal estaba aletargado. Cuando me preguntó en qué podía estar equivocado, le respondí: “Contrataste a las personas equivocadas.

Es verdad que son listos y traen excelentes recomendaciones, pero están acostumbrados al mundo corporativo, no al ambiente emprendedor. Y lo más importante es que están aquí por el cheque y no para cumplir su misión.

Evita tres errores

Cuando las cosas están bien, es tiempo de prepararse justamente para cualquier imprevisto.

Con el paso de los años he visto a varios empresarios cometer tres errores durante los ciclos de alza y depresión. El primero lo cometen cuando la situación está bien: los emprendedores empiezan a gastar. Con la confianza en aumento, se animan a expandir la empresa, contratan a más personas, compran una casa más grande, un nuevo carro o tienen más hijos.

El segundo error ocurre cuando la economía cambia y la empresa disminuye la velocidad.

Repentinamente, la confianza se debilita y los empresarios empiezan a ahorrar. Esta reducción sólo provoca que la empresa caiga más rápido.

Los verdaderos clientes no buscan cosas gratis

Aprende por qué ofrecer cosas gratis no es tan buena idea

Hace poco pregunté a un grupo de gerentes de alto nivel qué más podríamos hacer por nuestros clientes. Su idea fue ofrecer “esto” o “aquello” gratis. Baste decir que lo anterior inició una larga discusión sobre dicha práctica. De seguro has experimentado uno de los retos inherentes a la era de Internet: todos esperan que las cosas sean gratis. ¿Por qué comprar música, periódicos o enciclopedias cuando todo lo puedo obtener vía Internet sin pagar?

Entonces, ¿cómo ganar dinero cuando la gente espera obtener productos o servicios sin pagar nada? Ofrezco tres respuestas:

1. Enseña a los gerentes a vender. Exígeles que tomen un curso continuo de ventas. Una de las razones por las que los pequeños negocios sufren es que aunque sus gerentes han asistido a buenas escuelas, aún les hacen falta destrezas profesionales de ventas. Si tus empleados no pueden o no saben vender, entonces la palabra “gratis” suena muy bien.

2. El problema de ofrecer algo sin costo o sin cargo es que atraes a clientes avaros. Mi padre rico dijo: “Si usas la palabra ‘gratis’ atraes a las personas que gustan recibir, no a los verdaderos prospectos. Los clientes tienen dinero que quieren darte. Los avaros quieren una comida de gracia, y la comida gratis no es gratis; le cuesta dinero a tu negocio”.

3. En vez de concentrarte en lo que es gratuito, concéntrate en las características especiales que sólo tú, tu negocio o tus productos ofrecen. Si no tienes ventajas particulares, comienza a desarrollar algunas y comunícaselas a tus clientes. Por ejemplo, en mi negocio, creamos una red global privada de emprendedores e inversionistas. En lugar de ofrecer acceso gratuito a esta red, como algunos de mis gerentes querían hacer, les sugerí mostrar y vender las características y los beneficios particulares de la red –y elevar el precio. Al cobrar más dinero, atraemos a clientes de mayor calidad. Entonces, me concentré en el hecho de que cobrar más dinero requiere un mayor grado de destrezas de ventas y mercadotecnia, así es que algunos gerentes tuvieron que mejorar su juego –o salirse de él.

Aprovecha los Medios

¿Buscas publicidad? Aprende el arte de las Relaciones Públicas apropiadas y la prensa te buscará.

Cuando comencé mi carrera de emprendedor, gasté muchos recursos en publicidad. Fue una experiencia angustiante porque no tenía suficiente dinero. Aunque mis anuncios tuvieron éxito, con el correr de los años descubrí que las Relaciones Públicas son igualmente eficaces para conseguir clientes. El problema es que, aunque las Relaciones Públicas requieren un menor gasto en lo económico, son mucho más difíciles de llevar a la práctica que la publicidad. Para publicar un anuncio, todo lo que necesitas es dinero. Pero con las Relaciones Públicas quizá invierta tiempo y dinero sin obtener nada a cambio.

Hace algunos años, me percaté de que para ser un emprendedor de éxito necesitaba ser bueno en Relaciones Públicas y distinguirme lo suficiente como para atraer la atención de los medios masivos de comunicación. Debía decir algo que nadie más dijera. Debía tener una ventaja, ser un poco controversial y dar algo de valor para los lectores, radioescuchas y televidentes. Como siempre he sido el “payaso de la clase”, aproveché esa característica. En el mundo de los negocios, la gente aburrida no tiene muchas Relaciones Públicas, a menos que hagan algo locuaz o ilegal.

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