Es que, durante el primer año de gestión de Mauricio Macri, la Casa Rosada decidió eliminar los derechos de exportación a todos los productos agropecuarios con excepción de los provenientes del complejo sojero que siguieron con alguna disminución respecto al esquema anterior.
De esta manera, a pesar del lobby de los máximos referentes de la industria de biocombustibles local, el Gobierno vino resistiendo a la presión y decidió mantener las retenciones móviles impuestas al sector durante el primer cuatrimestre del presente año.
Todo esto hasta que se supo que la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC) decidió darle lugar a un reclamo de los productores de biodiesel de ese país para continuar una investigación contra la Argentina por supuestas prácticas desleales.
“La industria estadounidense está siendo perjudicada por las importaciones de biodiesel provenientes de la Argentina, la cual se encuentra supuestamente subsidiada y es comercializada en Estados Unidos a un valor inferior al razonable”, advirtió la USITC.
Por tal motivo, y para evitar ocasionar un grave daño económico, Macri decidió eliminar las retenciones móviles al biodiesel ante la posibilidad cierta de que las autoridades regulatorias de Estados Unidos bloqueen el ingreso del biocombustible argentino.
Por su parte, directivos de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) explicaron a LPO que en Estados Unidos se están utilizando los mismos argumentos que se emplearon en la Unión Europea (UE) para bloquear las importaciones argentinas.
En este sentido, luego de años de negociaciones, en septiembre pasado el Tribunal de Primera Instancia europeo emitió un fallo que anuló el cierre de las importaciones aplicada sobre el biodiesel local implementado por la UE desde fines de 2013.
Cabe mencionar que, en el ámbito local, en los meses de marzo y abril de este año el sector tributó derechos de exportación por un 6% y 6,5% respectivamente, al tiempo que a mediados de 2016 se llegó pagar una retención que se ubicó por encima del 7%.
“Eliminar las retenciones móviles al biodiesel es una medida favorable y necesaria para poder estar a la altura de los desafíos que propone el mercado internacional”, indicó a este medio Luis Zubizarreta, presidente de CARBIO.
En tanto, según datos oficiales, en el primer bimestre de 2017, la producción argentina de biodiesel fue de 352.235 toneladas, una cifra 38% superior a la registrada en igual periodo del año pasado, con exportaciones que superaron las 137.000 toneladas (un 58% más).
El año pasado el país se ubicó cuarto en el ránking de productores mundiales de biodiesel con cerca de 2,7 millones de toneladas (un 50% más que en 2015), tras haber sido líder durante el periodo 2007/2011 hasta que Cristina y Kicillof intervinieron el mercado.
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