Tras la pandemia, una nueva modalidad de escuela nacerá en Tucumán: cuáles son los ejes de este regreso a las aulas

La emergencia sanitaria irrumpió en la vida de los ciudadanos y debieron modificar de una manera contundente hábitos que hasta hace poco eran cotidianos. 

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La pandemia de coronavirus puso de manifiesto distintos flagelos a los que está expuesto la sociedad y también obligó a modificar los hábitos comunes de los ciudadanos. La mayoría de los especialistas coinciden en que esta pandemia aceleró los cambios en el mundo que hubieran tardado 10 años en producirse. En este sentido, la asistencia a las escuelas es una las actividades que se vio fuertemente modificada. 

Si bien en algunas provincias se está produciendo el regreso paulatino a las aulas, son varias jurisdicciones que ven lejano la vuelta de las clases presenciales. Sin embargo, tal como opinó el propio ministro de Educación de la provincia, Juan Pablo Lichtmajer, “la escuela y las clases nunca se detuvieron”.

“Una escuela es más que un edificio, es una comunidad de personas y una red institucional. Son quienes están protagonizando la transformación. Alumnos y alumnas, docentes, directivos y funcionarias, familias y comunidades, gobierno y sociedad civil están trabajando en red y ese en sí mismo es un cambio importante. Estamos haciendo camino al andar, pisando con la prudencia de pasos cortos y firmes, a veces con incertidumbres comprensibles, pero sin dejar nunca de caminar hacia un nuevo horizonte”, reflexiona Lichtmajer.

Tomando en cuenta la visión del funcionario tucumano, se da por descontado que luego de la pandemia, el funcionamiento escolar no será el mismo. De hecho, el ministro se encarga de adelantar que se perfila una escuela “bimodal”, es decir de manera presencial y virtual a la vez. “El regreso será gradual, pero universal, segmentado y ordenado, prudente y planificado, difícil pero reparador, racional pero muy sensible”, explicó. 

En esta nueva escuela, son tres los ejes que conformarán su estructura. Por un lado, será una escuela más saludable, “porque practicará hábitos de vida esenciales de salud, pero sobre todo de sana convivencia”; más participativa, “porque deberá lograr consensos profundos, pero también porque habrá un vuelco pedagógico hacia la construcción colectiva del conocimiento, del ‘yo enseño’ al ‘nosotros aprendemos’; y más diversa, “porque cada región, institución y persona deberá ser tratada y respetada en su propio modo de ser. En lo pedagógico, porque los saberes vendrán de la ciencia pero también de la experiencia”.

“Esa es la escuela que imaginamos y para poder caminar necesitamos imaginar y tender al horizonte. Pero el camino no será un lecho de rosas, lo sabemos. Para caminar serán necesarios pasos básicos”, analiza el ministro. 

Cuando habla de pasos básicos, el funcionario se refiere a la planificación (para un regreso seguro a las aulas), articulación (“trabajar en espejo entre educación y salud. Involucrar también a todas las áreas y escalas del gobierno con la sociedad civil y las personas a través de sistemas de consenso y planificación”), acompañamiento (“la información, orientaciones, acompañamiento, monitoreo y sobre todo la sensibilidad son la condición necesaria para todo lo demás), e inversión (“identificar prioridades, combatir asimetrías, ajustar desfases, corregir injusticias, garantizar derechos”).

Sobre esto último, remarca la importancia de las empresas de telecomunicación como garantía de conectividad. “Tienen la oportunidad de ayudar al Estado y a la gente a ‘tener internet’ educativo. Sería un gran gesto de responsabilidad social en la vida de posguerra que nos espera”, añade. 

“La crisis global y sistémica que vivimos es una oportunidad: la de ser mejores. No podemos modificar la historia hacia atrás, pero si hacia adelante, esa es la más inmensa libertad. Como todo cambio profundo, demandará tiempo, paciencia, dedicación, generosidad, respeto, solidaridad, voluntad inquebrantable, sentir colectivo, acciones concurrentes por parte del estado, la sociedad civil y cada persona”, concluye Lichtmajer.


Por lo pronto, el regreso a las aulas deberá esperar en Tucumán. Tal como lo manifestó el ministro provincial en las últimas horas, en la provincia se antepone “la importancia de ser prudentes”, debido a que el contexto actual nos impulsa a priorizar y “cuidar la salud”.

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