La drástica medida fue impulsada debido a que las ganancias en la empresa cayeron de acuerdo a los datos registrados del segundo trimestre, acompañado también a la disminución de las ventas de bebidas con bajo contenido de azúcar.
Las ganancias netas de la empresa fueron de US$ 1.200 millones, un 20,3% menos que el mismo periodo del año pasado. Esto significa que las ganancias se redujeron en US$ 9.100 millones (11,3%), lo que refleja una caída de las ventas de las embotelladoras a franquicias.
El despido de esta gran cantidad de trabajadores representa el 1% del total que la multinacional cuenta en todo el mundo, donde la cantidad de empleados es de 100 mil. Sin embargo, la firma no descarta que esta medida se extienda por el resto de sus sedes en el mundo, ya que informaron que el objetivo es reducir costos con miras a alcanzar un ahorro anual de U$S 800 millones en 2019.
La compañía posee una planta en nuestra provincia a través de la empresa Arca Continental, la segunda embotelladora de Coca-Cola más grande de América latina. Hace ya un par de años la inversión para ampliar dicha planta fue de $190 millones implementando dos nuevas líneas de embotellado para vidrio y de tipo PET retornable, llegando a las 120 millones de cajas unitarias anuales.
“Estos cambios son importantes para crear un ambiente que nos permita acelerar el crecimiento y convertirnos en una compañía de bebidas centrada en el cliente, en un mundo rápidamente cambiante”, dijo el nuevo director ejecutivo de la empresa, James Quincey.
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