El sistema laboral es un mundo cargado de experiencias y cambios constantes, tanto en lo económico como en lo emocional. Pero, ¿qué tan importante es el desarrollo de las neurociencias dentro de esta inserción?.
Por ello desde IN Tucumán nos comunicamos con Fabiana Urueña, quien se encarga de explicarnos que “a medida que aumentan los conocimientos en neurociencias y aprendemos a que nuestro cerebro es entrenable y aprendemos a que las emociones son gestionables cada vez más nos damos cuenta de que hay que abrirle la puerta de las emociones a las empresas”.
Fabiana es magister en coaching organizacional y tiene un posgrado en neurociencias, entre otros títulos, y asegura que “empresarios tucumanos empiezan a valorar todo el desarrollo de estas competencias no técnicas en sus líderes, en su staff, porque van viendo como por ejemplo, desde recursos humanos, para ingresar a una empresas, cada vez más se pide el desarrollo de competencias no técnicas, el desarrollo de competencias emocionales, el desarrollo del trabajo en equipo, el desarrollo del liderazgo personal para poder liderar a otras personas”.
La experta asegura que hoy “le es imposible a una persona dejar su emoción o dejar su estado emocional afuera como se decía antes " en la puerta" y hacer de cuenta que no pasa nada en la organización porque somos seres sistémicos integrados y necesitamos de nuestro dominio emocional y de nuestra gestión emocional”. Y advierte sobre la ventaja de interiorizarse acerca de esta disciplina: “La inteligencia emocional es una disciplina que nos propone tomar conciencia de nuestras emociones, comenzar a reconocerlas y aprender a gestionarlas. Así podemos llegar de una mejor manera a nuestras metas generando un impacto directo en la productividad de la empresa”.
Antes de finalizar, Fabiana hace referencia también al liderazgo, destacando la importancia en el desarrollo del mismo: “Es importante también el desarrollo del liderazgo, lo que yo llamo liderazgo personal, esto quiere decir, si nosotros como individuos no podemos liderar nuestra propia vida, no podemos hacernos cargo de nuestras metas. Alguien que no ha desarrollado su propio liderazgo lo veo bastante difícil que pueda llevar competentemente y eficazmente el liderazgo en una organización, entonces para mí todo empieza por casa”.
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