Cementeras anunciaron inversiones por u$s 700 millones en los últimos meses de 2017 para multiplicar la capacidad productiva en sus plantas ante la creciente demanda de la construcción. La industria automotriz tiene previstos u$s1.000 millones de inversión que se destinarán a profundizar su patrón de especialización con la mirada puesta en expandir su oferta para conquistar nuevos mercados a nivel global. Sin dudas, estas decisiones son el prólogo de un 2018 que será coronado como un año de inflexión en la industria", señaló Dante Sica, director de Abeceb.
Con una economía cerrada y un fuerte estímulo al consumo, el podio sectorial se repartía entre rubros como el textil, calzado y la electrónica de consumo. Hoy, los nuevos motores de la economía son el agro, la construcción, la cadena energética, las comunicaciones y la industria automotriz.
Así, impulsados por la avidez de estos motores, la producción de acero crudo aumentó un 27,6%; la de laminados en caliente se disparó el 31,6%; el hierro redondo para hormigón, un 31,3%; la de cemento, un 13,5%, y la de minerales no metálicos, un 13,6% durante el primer bimestre, entre otros indicadores relevados en el último Estimador Mensual Industrial (Indec).
"El nuevo escenario plantea cambios y reagrupamientos en la dinámica ejecutiva, se movilizan las cadenas de abastecimiento y las estructuras de proveedores comienzan a despertar de su letargo. La inserción externa, la irrupción de la tecnología y la necesidad de avanzar hacia un modelo de crecimiento sustentable en el tiempo exigen al empresariado comprender mejor la realidad del entorno, del sector y de su propia propuesta de valor para generar una estrategia ganadora de largo plazo", planteó Sica.
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