El gobernador Juan Manzur dijo que no habrá reducción del impuesto si es que la Nación no compensa a la provincia con otros recursos. La Nación había pedido que se reduzca hasta desaparecer el impuesto por ingresos brutos, pero eso no ocurrirá.
Varias provincias comenzaron a considerar esta posibilidad, ante el supuesto que la el gobierno nacional apoye a quienes inicien acciones legales por considerar el cobro de “ingresos brutos” un tributo distorsivo. No obstante, el gobernador tucumano no parece ceder ante esta amenaza.
La carga fiscal no registrará en Tucumán grandes variaciones durante 2018. Si bien algunos distritos del país han avanzado en la idea de una reducción gradual del impuesto a los Ingresos Brutos, la gestión del gobernador Juan Manzur ha dejado en claro que, si no hay compensación federal, no se tocará aquel tributo. “No tenemos previsto hacerlo; no hay con qué reemplazar los ingresos que nos aporta; no estamos en condiciones de desfinanciar a la provincia”, indicó ayer el mandatario
Ese impuesto es considerado distorsivo para la economía. El ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, ha dicho que surgió “hace muchísimos años y que, esencialmente, gravaba las rentas, pero terminó convirtiéndose en un monstruo que grava la producción con retenciones interjurisdiccionales”.
De hecho, un reporte del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) sostiene que, ante la generalización de las operaciones interjurisdiccionales, fundamentalmente aquellas en las que el cliente es un consumidor final, “Ingresos Brutos siempre ha tenido dificultades para el tratamiento de estas operaciones”, un argumento sostenido por el arco empresarial. De acuerdo con la visión de la entidad que encabeza el economista cordobés Nadin Argañaraz, “los fiscos provinciales han aplicado presunciones para captar estas operaciones a través de los múltiples mecanismos de recaudación anticipada existentes, que en muchos casos han llevado a situaciones de doble imposición, sumando así una nueva distorsión”.
La Casa Rosada considera oportuno una reducción gradual de la carga fiscal en las provincias, un camino que ya están recorriendo Buenos Aires, Mendoza y Córdoba, cuyas autoridades coincidieron en analizar el pedido nacional. “Ojalá que se cambie el esquema, pero debemos ser serios a la hora de estudiar una medida de esta naturaleza, ya que resulta imperioso establecer con qué recursos se reemplazará un impuesto de tanta incidencia para las provincias”, insistió el gobernador tucumano.
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