Cuentas externas en rojo: ¿debemos preocuparnos?

Según el economista Luis Secco, la cuenta corriente volvió al déficit en el primer trimestre de 2025, con más de 5.000 millones de dólares, pese al superávit fiscal. ¿Hay que alarmarse? Depende: si el desbalance surge del sector privado y financia inversión, puede ser parte del crecimiento. Pero si no hay inversión real, como ocurre hoy, la señal es preocupante.

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Argentina vive una situación inédita: superávit fiscal, pero déficit externo. Con reservas bajas y poco acceso al crédito, el margen para sostener este desequilibrio es muy limitado.

La clave es impulsar exportaciones sostenidas, no solo rebotes puntuales. Sin mejoras en competitividad, logística y reglas claras, el financiamiento externo seguirá siendo un techo para crecer.

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