Según el economista Luis Secco, este proceso sería distinto a experiencias anteriores, gracias a una posición fiscal más sólida y una inflación controlada. Sin embargo, persisten desafíos: la brecha cambiaria, la disponibilidad de divisas y el impacto político, especialmente considerando las elecciones legislativas de octubre.
La clave estará en administrar expectativas y garantizar un esquema sostenible tras la liberación. Mientras tanto, el Gobierno negocia con el FMI para reforzar las reservas. La gran incógnita es si el cepo se levantará en el primer semestre, aprovechando la estabilidad actual, o después de las elecciones, con los riesgos políticos que eso implica.
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