En septiembre, la Fundación del Tucumán cumplió 35 años y para celebrarlo organizó un ciclo denominado “Mano a mano”. Se trata de “un viaje virtual único e inspirador” donde se llevan a cabo charlas con los 10 tucumanos más destacados en el mundo empresarial, con el objetivo de que la sociedad tucumana pueda saber cómo hicieron estos empresarios para estar en la cima de las industrias que representan. Asimismo, sus líneas de acción son impulsar la innovación, apoyar a los emprendedores y gestionar el desarrollo del conocimiento.
El ciclo es moderado por Virgilio Raiden, presidente de la Fundación, y en el primer encuentro virtual estuvo como invitado Jacobo Cohen Imach, vicepresidente senior de MercadoLibre, quien hizo un recorrido sobre sus inicios en la compañía, y comentó cómo fue llegar al puesto en el que se desempeña actualmente.
Primeros pasos en la empresa Mercadolibre
“Desde el primer día entendí el Derecho como una herramienta para hacer negocios. Tuve la suerte que alguien se cruzó en mi camino y estuve en el lugar justo, en el momento indicado, fue cuando Marcos Galperín acababa de volver de hacer su master en Stanford y volvía con la idea de lanzar un mercado libre. Se juntaron dos o tres, pensaron la idea y uno dijo tenemos que pensar en la parte legal (como todo startup), y alguien dijo no tenemos plata para hacer lo legal (y creo que de hecho es uno de los principales errores de los emprendedores, sobre todo en materia de tecnología que obviamente toda la plata que tienen la gastan en el negocio y no piensan en lo legal y a la larga termina generando un inconveniente), entonces esa persona que estaba en ese grupo, dijo yo conozco a alguien que le gusta la tecnología y se está recibiendo de abogado y ahí es donde me llaman a mí, esto fue en el 99”, comentó Jacobo sobre sus inicios en la compañía.
Asimismo, agregó: “Me comentó que estaba con este proyecto y si me interesaba hacer un análisis del impacto legal en Latinoamérica, y esto la verdad que era ciencia ficción, pero dije obvio que lo hago. Yo no sabía nada, en la facu había visto un punto de una bolilla en la materia Contratos que hablaba de contratos informáticos y habían sido cuatro páginas. Ya cuando acepté, este amigo que me había llamado le dije que no tenía plata para la impresora, y le pedí que me prestara para comprarme una y poder imprimir todo lo que tenía que hacer”, agregó.
“Me llevo 20 días, me vine a Buenos Aires, me presenté ante Marcos Galperín, yo había preparado un informe que para mí era espectacular con gráficos y montón de cosas y Marcos (el fundador de Mercado Libre) lo ojeó y lo tiró, y me dijo: vos contestame lo que yo te pregunté, y la verdad que se convirtió en un ida y vuelta, en una charla que duró tres horas y media. Luego pensé que AQUÍ se había terminado mi historia en Mercado libre, le gustó lo que yo había hecho, escribí los términos y condiciones para el sitio, lo mandaron a un estudio muy importante de Buenos Aires y me dijeron que no había nada para cambiar y bueno ahí me dijeron quedate acá. A mí me daba vergüenza porque no era abogado en ese entonces, de hecho mis primeras tarjetas cuando me preguntaban qué quería que digan, decidí que pongan asesor legal porque tenía miedo que en todos los diarios dijeran abogado y yo no lo era. Después, me llamó Marcos y me dijo te queremos en Buenos Aires, recibite y venite, así que me recibí en diciembre y en febrero ya estaba acá (Buenos Aires)”, manifestó el vicepresidente de la empresa.
Anécdota
En el transcurso de la charla, Cohen Imach comentó un episodio que vivió minutos antes de arribar a Buenos Aires. “Le conté a un amigo que me estoy yendo a vivir a Buenos Aires porque estoy trabajando en MercadoLibre, comercio electrónico, y él me dijo no hay tantas despedidas, en seis meses volvés, internet va a pasar de moda como los parripollos, como la cancha de padle. No sé quién va a comprar por internet. Así que eso, a mí me quedó marcado a fuego, como así también hay otros amigos que hasta el día de hoy me dicen no sé si saludarte por el Día del abogado porque no sabes ni donde queda Tribunales, porque nunca fuiste, y yo digo que estoy orgulloso de no haber ido nunca a Tribunales porque significa que mi ejercicio de la abogacía fue por el lado de lo que yo elegí, que es ayudar a hacer negocios”, enfatizó.
Por último, sobre sus inicios en la compañía comentó qué fue lo que lo ayudó a estar como representante de esta empresa. “Hay una cuota de suerte, muchísimo esfuerzo, muchas horas dedicadas, y ser cabeza dura. Por otro lado, confiar en las decisiones y en la visión, y también cómo llegué es gracias a mi familia que me ha bancado en toda esta locura. Cuando uno hace algo que es tan poderoso y siente que le cambia la vida a la gente, le dedica muchas horas, le resta horas a la familia, etc., concluyó Jacobo Cohen Imach.
Si deseas participar de los siguientes encuentros virtuales del ciclo “Mano a mano” organizado por la Fundación del Tucumán, podrás ingresar en el siguiente link.
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