Dentro del sistema se establecen dos categorías: una para productores con superficies de hasta diez hectáreas y otra para productores con entre diez y cincuenta hectáreas.
A los que se adhieran al régimen sólo se les efectuará descuentos, a través del agente de retención, que serán los ingenios, como único pago y de carácter definitivo, una retención de 0,2 y 2,5 de la facturación, dependiendo el tamaño del campo. El 70 % de esa recaudación irá a la Anses y el resto a las provincias.
Sin embargo, con excepción de la radical Silvia Elías de Pérez, el oficialismo pidió abstenerse de la votación al interpretar que se estaba creando un nuevo impuesto y que, por lo tanto, esa es potestad constitucional de Diputados.
Además, el presidente provisional del Senado, el macrista Federico Pinedo, cuestionó que el proyecto suspenda el cobro de todas las deudas impositivas de quienes adhieran al nuevo régimen ya que deja en desigualdad de condiciones a las demás ramas de la economía.
El pedido del oficialismo no fue aceptado por el resto de la Cámara ya que, con la abstención de Cambiemos, la sesión se iba a quedar sin quórum.
Ante la encrucijada, el interbloque oficialista resolvió votar a favor de la iniciativa pese a los cuestionamientos que, además de Pinedo, había hecho el radical Ángel Rozas.
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